El nuevo Ordenamiento Territorial aprobado en Chaco y Salta habilita el desmonte en zonas que antes estaban cuidadas por ley. "Debilita la protección ambiental", avisan. La topadora avanza: las provincias del norte entregan los bosques nativos Por: Gastón Rodríguez. En la Casa Artivista La Bartolina, apenas «La Barto» para los que la conocen y frecuentan, los curacas andinos, los mburuvicha guaraníes y los caciques wichi, entre otras autoridades y jefes espirituales indígenas de Salta, elevaron la voz “ante la más cruda indiferencia estatal”, solo atenta a la rentabilidad extractivista mientras “las comunidades son despojadas, desalojadas, olvidadas a su suerte”.
La asamblea –la reacción– fue motorizada por el último atropello a los
derechos constitucionales de los pueblos originarios: el nuevo
Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) de la provincia de
Salta que habilita desmontes en zonas que antes estaban protegidas por
ley. Más de 70 mil hectáreas a tiro de las topadoras.“Estas decisiones
no solamente tienen consecuencias alarmantes a nivel provincial como la
pérdida acelerada de bosques y su biodiversidad, sino que también
sientan un peligroso precedente que podría replicarse en otras
jurisdicciones, debilitando aún más la protección ambiental de los
bosques en todo nuestro país”, explica Ana Parellada, abogada
especialista en ambiente y responsable de Biodiversidad de Fundación
Ambiente y Recursos Naturales (FARN). La sospecha de Parellada está
justificada. El 11 de diciembre, la Legislatura de Chaco aprobó de
manera exprés el proyecto (había ingresado el día anterior) que modifica
la Ley 4005-R de Actualización del Ordenamiento Territorial de los
Bosques Nativos. La flamante normativa, ya judicializada por tres
acciones de inconstitucionalidad promovidas por la Defensoría del Pueblo
de la Provincia del Chaco, la organización Conciencia Solidaria y el
Parlamento de Naciones Indígenas, “expone graves deficiencias legales y
técnicas que han sido señaladas por la misma Autoridad Nacional de
Aplicación (ANA)”.
En concreto, la recategorización arbitraria de
áreas de conservación redujo significativamente la cantidad de
superficies de categorías I (roja) y II (amarilla), transfiriéndolas a
categoría III (verde), donde, para sorpresa de nadie, se habilita el
desmonte. Desde FARN destacan que las modificaciones carecen de
“estudios técnicos sólidos ni justificaciones metodológicas” y critican
“la falta de consulta previa, libre e informada con las comunidades
indígenas afectadas y la ausencia de participación ciudadana efectiva”.
Ambos argumentos están incluidos en las demandas. “Las recientes
modificaciones al ordenamiento territorial en Chaco y Salta, no solo son
irregulares desde un punto de vista legal y técnico, sino
fundamentalmente porque representan un grave retroceso en la protección
ambiental de nuestros bosques nativos. La recategorización arbitraria de
áreas protegidas en Chaco y la creación de categorías ambiguas como es
el caso del Área de Producción y Conservación en Salta abrirían la
puerta a desmontes y a cambios en el uso del suelo en zonas claves para
la protección de la biodiversidad”, advierte Parellada.
Destrucción acelerada
Chaco
y Salta son, junto a Santiago del Estero y Formosa, las provincias con
más tierra arrasada a nivel nacional. Según datos oficiales, desde 2007
hasta 2022, Chaco perdió 556.714 hectáreas de bosque, mientras que Salta
unas 918.749. Esta región, que constituye uno de los pulmones verdes
más importantes del país, se encuentra entre las más amenazadas del
planeta. “La deforestación en ambas provincias –insiste Parellada– ya
provocó la pérdida de cientos de miles de hectáreas de bosques
comprometiendo los servicios ecosistémicos y el bienestar de las
comunidades locales que dependen de ellos; si la situación no es
revisada por las autoridades competentes y responsables, corremos el
riesgo de que se acelere la destrucción de estos ecosistemas
fundamentales, comprometiendo el cumplimiento de Argentina de los pactos
internacionales en esta materia”. La Ley Nacional 26.331 de
Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos
destaca la importancia de respetar los territorios de pueblos
originarios. La “Ley de Desmontes”, como bautizó la Mesa de Derechos
Indígenas de Salta al nuevo OTBN, «pone en el mercado más de 700.000
hectáreas (…), una decisión tomada por el Estado provincial sin consulta
libre, previa e informada como obliga la Ley 24071 a los sujetos de
derechos que son los pueblos preexistentes al Estado argentino, al
provincial y a los municipios». La asamblea de referentes indígenas
insistió en multiplicar los esfuerzos para comunicar e informar en todos
los territorios que se deben tomar recaudo frente a “tiempos
retrógrados que ponen nuevamente al Estado y a la sociedad nacional como
simple productora de materias primas, y una población disciplinada, y
obligada a consumir bienes, tecnologías, no tan solo a precios
exorbitantes, sino manufacturados con nuestros propios recursos mal
pagados, producto de la entrega de la soberanía”.