Quintela a fondo: Creo, al igual que Cristina Kirchner, que acá no sobra nadie. Cristina Kirchner va por todo en el PJ, pero Quintela resiste y junta apoyos: el determinante factor Kicillof. (infobae) Por Joaquín Múgica Díaz. La ex vicepresidenta lanzó su candidatura para conducir el partido. El riojano sigue firme y dispuesto a competir. El gobernador bonaerense quiere ganar centralidad el Día de la Lealtad. ¿Se están animando a enfrentar a Cristina Kirchner? ¿Están dispuestos a confrontarla y desgastarla o es solo una forma de tensar la cuerda y negociar? Esas dos preguntas podrían definir el momento que atraviesa el peronismo. Porque la disputa de poder dejó de ser solo del kirchnerismo el viernes pasado, cuando el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, confirmó su candidatura para el PJ Nacional y dijo que estaba dispuesto a competir con la ex presidenta.
El peronismo cordobés rechazó la candidatura de Cristina Kirchner al
PJ: “Nada tenemos que ver con el kirchnerismo”. El peronismo cordobés
rechazó la candidatura de Cristina Kirchner al PJ: “Nada tenemos que ver
con el kirchnerismo” CFK está jugando a fondo. No deja margen a dudas.
En una extensa carta publicada ayer respondió formalmente al pedido del
kirchnerismo para que sea candidata a presidenta del PJ Nacional. Un ida
y vuelta coordinado con tiempo y exactitud. “El peronismo se torció y
se desordenó. Estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de
debatir en unidad. Acá no sobra nadie”, escribió. Pero dentro de ese
mensaje hubo uno que en La Plata nadie duda que fue destinado a Axel
Kicillof. Una alusión sin nombre ni apellido, pero con una descripción
exacta de los lugares por donde pasó el economista. El primer dardo
directo al Gobernador, con el que tiene una relación distante y fría. El
nuevo enemigo íntimo de Máximo Kirchner y La Cámpora. “Es un planteo
que algunos se hacen”: Jorge D’Onofrio volvió a hablar de la posibilidad
de “independizar” la provincia de Buenos Aires. “En este período de
gobierno se desarrolló en nuestra fuerza política un fuerte
trasvasamiento generacional que muchas veces fue mirado con recelo y
críticas por las viejas guardias peronistas y, en la actualidad, con
poca comprensión por alguno de sus propios protagonistas. Jóvenes que
incorporamos en distintas áreas de la administración del Estado y en
bancas legislativas; que hoy ya llegaron a ser gobernadores, intendentes
e intendentas, ministros provinciales, senadores y diputados”, fue el
párrafo de la discordia. Kicillof formó parte de la administración del
Estado cuando ocupó la gerencia de Aerolíneas Argentinas y fue titular
del ministerio de Economía en el último gobierno de CFK; tuvo una banca
legislativa como diputado nacional y es gobernador de Buenos Aires desde
hace cinco años. Fue una forma de decir sin decir, de golpear con
fuerza pero sin brutalidad. Otra interpretación es que fue para el
“Cuervo” Larroque, otro apuntado desde el cristinismo. Ayer por la
tarde, en una reunión del grupo político territorial que contiene a
Kicillof, se definió que el gobernador bonaerense será el único orador
del acto que realizarán el 17 de octubre en Berisso, por el Día de la
Lealtad, fecha clave en el calendario peronista. La reconfirmación alejó
los rumores que se habían generado por la mañana de un supuesto acto
conjunto entre el mandatario y Cristina Kirchner. Para construir un
líder hay que darle centralidad. De eso se trata.
Además, se definió
que sea la fecha fundacional de un espacio político liderado por el
gobernador bonaerense. Un esquema que impulse su liderazgo en medio de
una batalla política con CFK y La Cámpora. Justo en el momento donde
está escalando la tensión dentro del peronismo bonaerense, enmarcado en
una disputa de poder por el ordenamiento de las listas el año que viene.
“El del 17 de octubre va a ser un acto sin pulsera”, aseguró uno de los
presentes en la reunión, donde estuvieron los ministros Andrés “Cuervo”
Larroque, Walter Correa y Carlos Bianco; los funcionarios y dirigentes
sociales Daniel “Chuky” Menéndez y Gildo Onorato; y los intendentes
Julio Alak (La Plata), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco
(Ensenada). Fue una definición para marcar que, a diferencia del acto de
Máximo Kirchner en La Plata, las puertas estarán abiertas para todos.
Pero ya saben que La Cámpora difícilmente vaya. En cambio, estarán
presentes los sindicatos más cercanos al Gobernador, el Movimiento
Evita, Barrios de Pie y las agrupaciones políticas de los intendentes
que están inmersos en el grupo de Kicillof. La decisión del grupo
político de Kicillof reafirma el rumbo de construir una alternativa y
hacerlo en paralelo a La Cámpora, lo que implica también realizarlo
distante de la ex presidenta. Una jugada política que explicita las
tensiones internas, las diferencias cada vez más marcadas y los
reproches crecientes entre los diferentes bandos. Si Cristina Kirchner
es la principal candidata al PJ Nacional y pide la unidad, el camino
lógico indica que tendría que encabezar el acto central por el Día de la
Lealtad. ¿Logrará una foto unificada en la que estén Kicillof y
Quintela? ¿Habrá múltiples actos como sucedió durante el gobierno
pasado? En La Plata se adelantaron, empujaron al gobernador bonaerense
al centro de la escena y patearon la pelota al campo cristinista. El
operativo clamor para que CFK sea candidata al PJ comenzó el jueves de
la semana pasada y sigue vigente con mensajes públicos de dirigentes y
agrupaciones de todo el país. En ese fragmento de tiempo Kicillof evitó
expresarse sobre la candidatura. Una postal de época. En otro tiempo
hubiese pedido acompañamiento para su jefa política. Hoy aplica la
frialdad de la indiferencia.
La ex vicepresidenta tuvo múltiples
adhesiones en las últimas horas. Los municipios peronistas de Corrientes
emitieron un comunicado en el que aseguraron que hoy “el pueblo tiene
la esperanza de encontrar una líder que lo cuide y pelee por él”. El
sábado el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alejandro
Dichiara, durante una reunión en Monte Hermoso en la que participó
Máximo Kirchner, instó a cerca de 50 titulares de PJ locales a respaldar
la candidatura de CFK. “Es la única que puede unir al peronismo”,
sostuvo y despertó los aplausos como forma de apoyo. También obtuvo el
respaldo de las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas de La Matanza,
los PJ de Santa Fe, Santiago del Estero, Corrientes - que está
intervenido -, Catamarca, Río Negro, Chaco, Buenos Aires y Chubut, y
dirigentes como Sergio Berni, Juliana Di Tullio, Carlos Linares, Sergio
Uñac, José Luis Gioja, Federico Otermin, Gustavo “Tano” Menéndez, Víctor
Santa María, Mayra Mendoza, Eduardo “Wado” de Pedro, Emilio Neder y
Mariel Fernández. Expresiones alineadas del conurbano y el interior. En
ese contexto, y luego de la carta de ayer donde la ex presidenta lanzó
su candidatura al PJ Nacional, Ricardo Quintela volvió a confirmar que
mantendrá su candidatura en pie, tal como lo había hecho la semana
pasada en el PJ de Neuquén, donde aseguró que quería competir con CFK y
que no le gustaba que armaran las listas a espaldas de la dirigencia. Un
mensaje más picante que los que venía dando.
“Creo, al igual que
Cristina Kirchner, que acá no sobra nadie y también mi proyecto es el de
conducir un proceso de unidad, con todos adentro. Le creo a Cristina y
por supuesto creo en mis propias convicciones. Le digo a todos los
compañeros y compañeras del Partido Justicialista de las provincias que
me hacen llegar sus mensajes: yo sigo adelante y seguiré reuniéndome
cara a cara con ustedes en cada rincón del país”, aseguró.
En el
cristinismo están convencidos que en un plazo breve Quintela declinará
su postura. Que solo sigue adelante para fortalecerse de cara a la
negociación final, que derivará en el armado de una lista única. “Va a
terminar siendo el vicepresidente”, sentenció un importante dirigente de
La Cámpora, que entiende como normal el proceso de disputa. Hay
emisarios que unen el Instituto Patria con La Rioja. “Hay que tener
paciencia”, dicen en el cristinismo, advirtiendo que el desenlace lo
tendrá a Quintela detrás de la figura de CFK. Desde el kirchnerismo ya
le habían hecho saber al riojano que su camino en soledad hacia al PJ
era una utopía. La primera señal de alarma la divisaron cuando desde el
entorno de CFK sondearon a la senadora nacional de La Rioja Florencia
López para que conduzca el partido. Luego, cuando la ex presidenta dejó
pasar los días y evitó pronunciarse sobre la candidatura de “El Gitano”.
Durante todo ese tiempo ningún dirigente de su entorno explicitó una
postura. El silencio fue esclarecedor.
Quintela obtuvo el apoyo del
PJ de Salta, San Luis y Misiones, además de la juventud sindical de la
CGT. Los gordos y los independientes, de la central obrera, pidieron que
sea un gobernador quien conduzca el partido. Fue una señal de apoyo y,
al mismo tiempo, de rechazo al desembarco de la ex mandataria, con la
que tienen una mala relación.
El riojano está juntando avales por
todo el país y se enfrenta al desafío de confrontar con CFK. Cuánto
tiempo durará esa resistencia es la gran duda que recorre al peronismo
por estas horas, donde la dirigencia se pregunta si realmente el riojano
y Kicillof se animarán a debatir poder con la líder más importante que
tiene el peronismo.