Alimentos: La auditoría interna que deja al descubierto las mentiras del Gobierno. Página/12 tuvo acceso a un informe de Capital Humano, con fecha del 19 de diciembre del año pasado, en el que figura el listado de productos que la gestión anterior le dejó a la actual y que estaban en los depósitos del Estado. Además de comida, hay frazadas, electrodomésticos, colchones, ropa y otros elementos disponibles para distribuir en caso de necesidad, como tras la inundación en Bahía Blanca. La ministra lo tenía en sus manos desde mucho antes del escándalo. Por Jeremías Batagelj. “Cuando nos hicimos cargo del Gobierno no había ni un elemento en los depósitos de desarrollo social”.
La frase en cuestión la dijo el actual jefe de Gabinete, Guillermo
Francos. Corría el 10 de enero, y el por entonces ministro del Interior
se presentó en el Congreso y, con cámaras grabando, le mintió sin
parpadear a los diputados que lo miraban en las sillas de la comisión.
Que faltó a la verdad es algo que se conoció en las últimas semanas,
cuando el escándalo por los alimentos retenidos salió a la luz y generó
un tsunami de denuncias y operaciones cruzadas en el ministerio de
Capital Humano. Lo que no se sabía, hasta ahora, era que el Gobierno
tomó nota de los stocks en los depósitos desde el inicio de gestión y
que, desde esa fecha, el Ejecutivo no hizo otra cosa que retener, no
solo víveres, sino también ropa, electrodomésticos y colchones tanto
para emergencias (la inundación de Bahía Blanca) como para las
necesidades de la población vulnerable. La fecha en la que el Gobierno
supo lo que había en los sitios de almacenamiento de Villa Martelli,
Tucumán, Palermo y El Palomar (y en la Aduana de La Boca) fue el 19 de
diciembre. Así consta en la auditoría interna que la cartera de Sandra
Pettovello realizó y a la que tuvo acceso Página/12. En el documento se
detalla el listado de empleados y contrataciones -bajo cualquier
modalidad-, el arqueo de fondos y la lista completa de stock que dijo la
gestión anterior dejar almacenada y el chequeo que hizo el propio
equipo auditor de los depósitos en cuestión pasados el 10 de diciembre.
Todo con la firma de los responsables de la auditoría.
La carátula de
la auditoría a la que tuvo acceso este diario. En concreto, al 12 de
diciembre -según estipula el Gobierno nacional- había en Villa Martelli,
462.539 litros de leche en polvo, 406.868 kilos de pan dulce, 452.097
litros de aceite, 559.780 kilos de pasta de maní, más de un millón y
medio de kilos de yerba mate (1.770.618, para ser exactos) por solo
nombrar algunas cifras de un listado que se completa con arroz con
carne y con hortalizas, arvejas, budín, fideos, guiso de lenteja, harina
-de maíz y trigo-, locro, huevo en polvo, lentejas y puré de tomate.
El listado completo de productos "heredados" por Pettovello.
Pero
en el depósito no solo había alimentos: también yacían desde frazadas,
colchones, elementos de limpieza y juguetes a anafes, inodoros,
heladeras y hasta hornos pizzeros y pasteleros. Todo está detallado en
el anexo 9.1 de la auditoría.
En Tafí Viejo (Tucumán), en tanto,
permanecía gran parte del restante stock restante. En el apartado
alimentos figuraban, por caso, 94.006 litros de aceite, 152.965 kilos de
yerba mate, 228.100 kilos de garbanzos y 817.849 litros de leche en
polvo. También se guardaban para repartir decenas de lavarropas, tanques
de agua, miles de kits escolares, colchones y frazadas, por solo
aclarar alguno de los ítems que figuran en este listado.
Las actualizaciones de diciembre a mayo
Cuando
estalló el escándalo de los alimentos retenidos, el Gobierno debió dar
explicaciones en la Justicia. De ahí que del 12 de diciembre al 29 de
mayo, el stock sufrió modificaciones. Por caso, en el Centro Operativo
de Villa Martelli, una parte de la mercadería ingresada al depósito en
lo que va de 2024 corresponde a órdenes de compra emitidas en 2023,
según consta en los registros públicos de Capital Humano.
En cuanto a
la entrega, se repartieron apenas un millón de litros de alimentos
organizaciones no gubernamentales, la mayor parte fue destinada a
organizaciones religiosas, parroquias, iglesias y obispados. Uno de los
más beneficiados fue Conin, que preside el médico ocurantista Abel
Albino, recibió 43 mil kilos de comida. Ahora es la misma organización
que se encarga de distribuir gran parte del stock restante.
Por fuera
de estas instituciones religiosas, la organización más beneficiada fue
la Cooperativa de Trabajo del Movimiento Independiente de Justicia y
Dignidad (MIJD), que conduce el dirigente Raúl Castells. Esta
cooperativa recibió 213 mil kilos de alimentos desde la asunción de
Milei. A las provincias y municipios, en tanto, el Ministerio de Capital
Humano entregó 198 mil kilos: a provincia de Salta fue la más
beneficiada. La siguen el municipio de Pinamar y la provincia de
Corrientes.
Sobre el vencimiento de los alimentos, el Gobierno salió a
aclarar que 40 kilos de arroz y hortalizas pasaron su fecha y ya no
pueden ser consumidos. En tanto, los productos con fecha cercana de
vencimiento, el mayor apuro está en Villa Martelli. Hay más de 30 mil
kilos de leche en polvo que vencen el 7 de julio próximo, es decir,
dentro de poco más de un mes, y más de 300 mil kilos, también de leche
en polvo, en este caso de marca “Vidalac”, que vencen a fin de julio. En
Tafí Viejo hay 466 kilos de leche en polvo que también vencen a fin de
julio.
El resto de los alimentos vence entre septiembre de 2024 y mayo de 2026.
Mentira la verdad
Lo
que evidencia la auditoría interna es que el cúmulo de mentiras que
esgrimió el Gobierno no solo no conforman una verdad ni a medias, sino
que podrían traer consecuencias legales. A continuación, un repaso por
las veces que el gobierno quiso desconocer el stock existente en los
depósitos:
El 16 de diciembre un temporal arrasó parte de la
Provincia de Buenos Aires. En especial, Bahía Blanca. Fue una tragedia
que dejó como saldo 13 muertos y cientos de destrozos en casas y calles.
Milei recorrió la ciudad recién después de dar su voto en la Bombonera
en una visita fugaz. A pedido de Nación, el intendente Federico
Susbielles una lista con los pedidos más urgentes, focalizado en
alimentos y en lo habitacional. De acuerdo a las crónicas locales, la
ayuda se redujo a 110 efectivos de fuerzas federales y varios vehículos
para emergencia. De comida, bebidas, colchones o electrodomésticos,
nada.
El 10 de enero, Francos se presentó en el Congreso de la
Nación. Eran tiempos en los que se debatía el primer borrador de la Ley
Bases. Fue uno de los pocos funcionarios en dar la cara ante los
diputados y al momento de detallar la pesada herencia, dijo que “del
gobierno anterior no hubo ni un peso ni un elemento en los depósitos del
Ministerio de Desarrollo Social”. La auditoría interna ya estaba hecha y
el Gobierno sabía que más de cinco toneladas de alimentos estaban
prontos para ser repartidos.
En la noche del 19 de marzo y la
madrugada del 20 del mismo mes, un temporal azotó, de nuevo, a la
Provincia de Buenos Aires. Alrededor de 68 distritos sufrieron
destrozos. El ministro de Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, firmó
una carta solicitando asistencia a Nación luego de que casi cien mil
personas quedaron sin luz. “No tuvimos respuesta”, explicó el
funcionario, adjuntando los documentos que juntaron polvo en el
Ministerio de Capital Humano.
Doscientas familias fueron evacuadas a
mediados de mayo en Paso de los Libres, Corrientes, como consecuencia de
las inundaciones cauce arriba en Río Grande do Sul en Brasil. El
intendente Martín Ascúa pidió ayuda directamente al ministerio que
conduce Sandra Pettovello por vía de esta nota. De acuerdo al testimonio
del jefe comunal, desde Nación no solo no enviaron alimentos, frazadas o
ropa sino que ni siquiera acusaron recibo de la notificación.
El 23
de mayo, cuando se reveló que había cinco mil toneladas de comida
guardadas sin repartir y a punto de vencerse el vocero presidencial
Adorni acusó a las organizaciones sociales y las responsabilizó de la
falta. “Con respecto a los alimentos, no es como se menciona.
Efectivamente, esos alimentos existen, tienen diferentes fechas de
vencimiento. No están por vencerse”
Solo al día siguiente de la
primera declaración, el argumento de Adorni fue otro: los alimentos sólo
se usan en caso de emergencias. “Efectivamente había alimentos
comprados gran parte en la gestión anterior, que efectivamente tienen el
destino de asistir crisis o catástrofes”, apuntó en su habitual
conferencia de prensa. Extrañamente hizo omisión a que cuando se
solicitó ayuda tanto en Bahía Blanca como Corrientes, el Gobierno no
giró ni un solo alimento.
El 27 de mayo la subsecretaria Legal del
Ministerio de Capital Humano, Leila Gianni, sumó un curioso argumento
más a la catarata de justificaciones: dijo que la mayoría de los
alimentos sin repartir eran paquetes de yerba mate. Lo curioso es que la
propia cartera hizo la auditoria en 19 de diciembre, que este diario
hoy pública, y en el que aclara que había más de una tonelada de leche
en polvo, 546.103 litros de aceite, 797.847 kilos de pasta de maíz,
228.100 kilos de garbanzos, 44.162 kilos de fideos, entre otras cosas. Y
que una parte importante de ese stock está próximo a vencer.