En nueve de cada diez familias, los ingresos no alcanzan para comprar la misma cantidad de productos básicos que en 2023, mientras que en el 82%, los ingresos no logran solventar gastos específicos de chicas y chicos, como útiles escolares, transporte, vestimenta y calzado. Unos 10 millones de chicas y chicos argentinos "comen menos carne y lácteos en comparación al año pasado por falta de dinero". Todo ello, en un contexto en el que, además, los ingresos de casi la mitad de los hogares con menores de edad no alcanzan para cubrir gastos básicos de alimentación, salud y educación. En las familias también se redujo el consumo de verduras y frutas (58%), y solo aumentó la ingesta de fideos y harinas (24%).
El dato se desprende de la octava encuesta a hogares con niñas, niños y
adolescentes, una medición de alcance nacional que UNICEF Argentina
realiza de manera ininterrumpida desde 2020 y que se publicó en las
últimas horas. Una familia tipo necesita más de $850.000 para no ser
pobre Según el informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de
la UCA, el 50% de las infancias asisten a comedores escolares, y casi el
37% recibe bolsones con comida y mercadería en estos espacios
comunitarios. El informe sostiene además que "más de un millón de niñas y
niños deja de comer alguna comida (desayuno, almuerzo, merienda o cena)
por falta de dinero". Asimismo, enfatiza que, en siete de cada diez
hogares donde esto sucede, la persona a cargo se encuentra ocupada y,
dentro de ellas, más de un 60%, de manera informal. A su vez, tres de
cada diez familias tuvieron que recurrir a algún préstamo o fiado para
comprar comida y más de la mitad de los hogares -donde viven casi 7
millones de chicas y chicos- debieron dejar de comprar algún alimento
por falta de dinero.
El crudo informe de UNICEF
“Frente a la
insuficiencia de ingresos, las familias se endeudan, dejan de comprar
alimentos nutritivos o medicamentos, lo cual empeora significativamente
la calidad de vida de sus integrantes”, asegura Luisa Brumana,
Representante de UNICEF Argentina. Y agrega que “Estos datos sobre la
situación socioeconómica buscan contribuir a la toma de decisiones para
el desarrollo de políticas que permitan a estos hogares salir de la
pobreza, de acuerdo a nuestro mandato de cooperación con los Estados
nacionales y provinciales”.
El informe revela que, en nueve de cada
diez familias, los ingresos no alcanzan para comprar la misma cantidad
de productos básicos que en 2023, mientras que en el 82%, los ingresos
no logran solventar gastos específicos de chicas y chicos, como útiles
escolares, transporte, vestimenta y calzado. Se trunca el acceso a la
salud- En este contexto, en un 23% de los hogares se dejaron de comprar
medicamentos; en un 32%, se redujeron los controles médicos y
odontológicos; y en un 41%, se utilizan ahorros para gastos corrientes.
Además, en los sectores medios, un 9% de las familias tuvo que
desafiliarse de la prepaga o cambiar a los niños de escuela, y aumentó
el uso de la tarjeta de crédito para la compra de alimentos.
Estas
restricciones tienen lugar en un contexto en el que más de la mitad de
los hogares accede a alguna política de transferencias de ingresos. En
este sentido, el 93% de las personas encuestadas cree que los programas
de protección social que brinda el Estado son necesarios, pero en el 68%
de los hogares que reciben estas prestaciones, el dinero les alcanza
para menos de la mitad de los gastos.
"Los datos de la encuesta
muestran las dificultades que tienen los hogares con niñas y niños para
generar ingresos suficientes y, de esta forma, acceder a alimentos y
afrontar gastos corrientes básicos. Esto se produce en un contexto donde
las partidas presupuestarias de la Administración Nacional dirigidas a
la niñez y adolescencia muestran una caída del 25% en términos reales en
los primeros 5 meses de 2024 con relación al mismo período de 2023",
indicó Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo
de Derechos de UNICEF Argentina.