El Gobierno echó a Pablo De la Torre y promete que el Ejército repartirá la comida a punto de vencer. Sandra Pettovello expulsó al funcionario encargado de la distribución. Hay una gran cantidad de alimentos que se vencen en los próximos meses; por ejemplo, 339.867 kilos de leche, en julio. Por Irina Hauser. Con la explosión del escándalo de los alimentos acumulados en dos galpones en lugar de ser entregados a los comedores comunitarios, la ministra Sandra Pettovello decidió este jueves echar al Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Pablo De la Torre, quien estaba a cargo de los programas sobre seguridad alimentaria.
Hizo, a la vez, una denuncia en la Oficina Anticorrupción. Fue después
de que un listado del propio Ministerio de Capital Humano, cuya
presentación había ordenado el juez Sebastián Casanello, dejara en
evidencia que el Gobierno no sólo no distribuye la mercadería entre la
gente con hambre, sino que entre todo lo guardado hay 339.867 kilos de
leche en polvo (3,4 millones de litros) que se vencen pronto: entre el 7
y el 30 de julio. También hay 4439 kilos de harina de maíz que duran
hasta dentro de dos meses y arroz con hortalizas que ya venció en
febrero último. El stock total que la cartera reconoce es de 5,9
millones de kilos, según consta en las planillas. Las confesiones del
economista "fetiche" de Milei: "Si sube la inflación tiene que armar las
valijas"
El reino de las auditorías
La explicación original para
cortarles los alimentos a los comedores de las organizaciones sociales
se basaba, como lo dijo más de una vez el vocero presidencial Manuel
Adorni, en las famosas auditorías de Pettovello que —aseguraba— habían
detectado irregularidades y comedores en teoría inexistentes. Como es
obvio eso no explicaba por qué bloquear el derecho a acceder a la
alimentación a quienes recurren al cobijo de las organizaciones sociales
de sus barrios o las casas donde vecinos y vecinas solidarias dan de
comer.
Ahora, ante la política del hambre bien al desnudo, Capital
Humano emitió un comunicado donde hace gala de una supuesta nueva
auditoría, que tampoco fue necesaria porque bastaba con la información
que le exigieron el juez Casanello y la fiscala Paloma Ochoa. Hace dos
anuncios escuetos:
"A raíz de una información recibida sobre el
estado y fechas de vencimiento de determinados productos adquiridos por
el gobierno anterior (los cuales se encuentran en los galpones de Villa
Martelli y de Tafí Viejo en la provincia de Tucumán del exMinisterio de
Desarrollo Social), ha llevado a cabo una auditoría y ha decidido
limitar las competencias de los funcionarios y empleados responsables
que, por mal desempeño de sus tareas, no han realizado un control
permanente de stock y de vencimiento de mercadería. Se realizarán las
investigaciones administrativas correspondientes". Nada se hubiera
conocido si el dirigente Juan Grabois (Argentina Humana) no hubiera
denunciado penalmente la falta de comida y si no hubiera existido la
"fila del hambre". A lo que hay que agregar el pedido de acceso a la
información de El Destape que reveló el acopio de comida y luego una
fiscalía y un juez ordenaran su reparto.
"Asimismo —anuncia el
Ministerio— se pone en marcha un protocolo para la entrega inmediata de
los alimentos de próximo vencimiento por medio del Ejército Argentino
para garantizar una logística rápida y eficiente". La cartera no entregó
aún al juzgado un plan de distribución de los alimentos, que se le
requirió. Tiene plazo hasta las dos primeras horas del viernes. Si no lo
hace, por más comunicados que emita, le cabría una declaración de
desobediencia o incumplimiento. Incumplir una sentencia judicial
equivale a una confesión (que de todos modos ya se ve). "Tienen que
presentar un plan en el juzgado", reclamó Grabois, quien a primera hora
del jueves compartió en redes sociales parte del excel de Capital Humano
para mostrar que en todo lo denunciado tenía razón. "¡Hay hambre y no
están entregando alimentos!", exclamó.
Por ahora le toca ser fusible
a De la Torre, el funcionario que le había dicho a Grabois en un posteo
que los alimentos estaban guardados para emergencias climáticas, algo
que Adorni repitió después. En los listados entregados a la justicia hay
planillas de comida entregada para "emergencias gubernamentales" y "no
gubernamentales" a instituciones religiosas, municipios, provincias y
alguna asociación. De la Torre, hermano del exintendente de San Miguel,
había sido funcionario en ese municipio, donde llevó adelante una
cruzada antiaborto. Se presenta en "X" como "Casado. 7 hijos. Médico
Pediatra" (y hasta ahora su cargo). Tras su despido escribió que fue un
honor ser parte del Gobierno Nacional y que le pide "a Dios que ilumine
al presidente Milei..."