El Gobierno aumenta el presupuesto solo para la Universidad de Buenos Aires "Inadmisible" y "provocador", lo calificaron el resto de las instituciones educativas. Incrementará un 300 por ciento los recursos destinados a los gastos de funcionamiento. El Consejo Superior de la UBA afirmó que esto permite una previsibilidad, pero alertó sobre la situación salarial, que aún no está resuelta. El vicerrector Emiliano Yacobitti aseguró que seguirán reclamando por el resto de las casas de estudio. Por Werner Pertot. La Universidad de Buenos Aires (UBA) decidió levantar la emergencia presupuestaria, tras alcanzar un acuerdo con el gobierno de Javier Milei por los gastos de funcionamiento, que recibirán una suba del 270 por ciento, y de sus hospitales, cuyo incremento será cercano al 300 por ciento.
En un comunicado, el Consejo Superior de la UBA afirmó que esto permite
una previsibilidad, pero alertó sobre la situación salarial, que aún no
está resuelta. Tampoco la inversión en ciencia y las obras que están
paradas. En tanto otras 60 universidades continúan con el reclamo que
llevó a la marcha universitaria y que no fue respondido. El vicerrector
de la UBA, Emiliano Yacobitti, advirtió que seguirán reclamando por el
resto de las casas de estudio. Las otras universidades indicaron que el
aumento solo a la UBA "resulta inadmisible y provocador". "No
aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda", lanzaron.
El Gobierno quedó a tiro de una cautelar. Desde el comienzo de las
negociaciones con las universidades y, sobre todo, en las reuniones
posteriores a la marcha universitaria que resultó masiva en todo el país
(algunas estimaciones llegaban al millón de personas), el Gobierno
buscó dividir a la UBA del resto de las instituciones. De hecho,
tuvieron una atención especial con el rector Ricardo Gelpi, a quien la
ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, recibió un día antes que
al resto. En los encuentros con todos los rectores, el Gobierno escuchó,
pero no hubo avances reales en destrabar fondos. De hecho, en una
exposición ante el Congreso, el secretario de Educación, Carlos
Torrendell, no pudo dar precisiones sobre cómo se resolverá el conflicto
universitario.
A partir de ahí, lo público se separa de las
negociaciones a puertas cerradas. Con la UBA particularmente, el
encargado de las negociaciones, que pasó a ser Torrendell, tuvo tres
reuniones más. Estuvo presente también el secretario de Políticas
Universitarias, Alejandro Alvarez, aunque moderó sus modales. Allí, las
autoridades de la UBA insistieron con el planteo de actualizar lo
presupuestario y tuvieron varias discusiones, avances y retrocesos.
Finalmente, desde el Gobierno nacional aceptaron aumentar aquellas
partidas sin las cuales directamente se iba a un cierre de la UBA: el
funcionamiento básico (la luz, etc) y el presupuesto para los
hospitales. Según confirmaron a este diario, no solo acordaron sino que
ya empezaron a pagar.
En el caso de la UBA, los gastos de
funcionamiento representan el 14 por ciento de los gastos totales
(porque allí hay que contemplar también los seis hospitales; en otras
universidades es la mitad de ese porcentaje). "Si ellos no garantizaban
ni el presupuesto mínimo para prender las luces, teníamos que cerrar",
insistieron desde el rectorado a este diario.
Sigue la discusión
No
obstante, en el comunicado que emitió el Consejo Superior de la UBA
para anunciar que levantaba la emergencia universitaria, dejaron en
claro que sigue la discusión por ese otro 86 por ciento del gasto sobre
el que no hubo acuerdo (principalmente, son los salarios docentes y no
docentes). Lo que recibieron fue una actualización de los gastos de
funcionamiento del 270 por ciento interanual y del 300 por ciento para
los hospitales universitarios y aquellas funciones de la universidad
vinculados al área asistencial. Se trata de 26.016.488.265 pesos que el
Gobierno les comenzó a transferir con destino a afrontar los Gastos de
Funcionamiento y otros 35.436.785.336 de pesos para sostener los niveles
de atención de la salud.
“Las sumas indicadas, si bien se encuentran
por debajo del presupuesto óptimo para el funcionamiento pleno de la
Universidad, posibilitan una programación presupuestaria, imposible
hasta el momento”, señaló la UBA, que también destacó que continúa el
“estado de alerta y profunda preocupación” por la actualización salarial
como también otras partidas “particularmente aquellas vinculadas a las
áreas de Ciencia y Tecnología, Extensión Universitaria y a los Programas
de infraestructura universitaria”. Es decir, las obras que están
paradas, algunas de las cuales ya estaban en curso.
En materia
salarial, no hubo acuerdo con el Frente Sindical de las Universidades:
la propuesta del Gobierno, ante una inflación acumulada superior al 70
por ciento, fue: 16 por ciento en febrero, 12 por ciento para marzo y 8
por ciento para abril. Es decir, un 36 por ciento. Los números solos
indican por qué están muy lejos de un acuerdo con los gremios. Desde el
Consejo Superior de la UBA advirtieron que este acuerdo debería llegar
urgente y también se mostraron a favor de que el Congreso sancione una
Ley de Financiamiento Universitario que establezca un criterio de
actualización para el presupuesto universitario, para que no se repita
lo de este año.
Tras el acuerdo, Yacobitti escribió en su cuenta de
Twitter: "Gracias a que la sociedad se expresó con contundencia en
defensa de las universidades públicas, el gobierno actualizó los gastos
de funcionamiento de la UBA (aprox. 300%) para que no tenga que cerrar.
Es un triunfo de todos los que apostamos a la educación para un mejor
futuro". Luego aclaró: "Vamos a seguir reclamando por los salarios
docentes y no docentes que perdieron más de un tercio de su capacidad
económica en 4 meses, por los recursos para CyT y las obras de
mantenimiento de los edificios y laboratorios".
Y luego volvió a
aclarar: "También es importante que esta corrección sea para todo el
sistema y no solo para la UBA. Sentarnos a discutir un presupuesto para
el 2025 que contemple los reajustes". Esto último quizás tenga que ver
con la reacción del resto de las universidades, que tronaron apenas se
conoció la noticia.
"Universidades de segunda"
Todas las
universidades vienen funcionando con un presupuesto que se votó a fines
de 2022 y que, insisten, es insuficiente para llegar no ya a fin de este
año, sino a mitad de año en algunos casos. Por lo tanto, apenas se
conoció el aumento para la UBA, las otras 60 casas de estudio pusieron
el grito en el cielo y hablaron de una “discriminación federal injusta”
de parte del Gobierno.
Hubo una reunión de emergencia del Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN) para tratar el tema. "Estamos en plena
discusión viendo si nos dan lo mismo a todos. Si no, habrá problemas”,
señaló antes de ingresar a la reunión Víctor Moriñigo, rector de la
Universidad Nacional de San Luis y actual presidente del CIN.
El CIN
emitió luego un comunicado que dejó en claro como estaban los ánimos:
"Resulta inadmisible y provocador que se reconozca solo para una
universidad y no para la totalidad del sistema que reúne a un conjunto
de 60 universidades a lo largo y a lo ancho de todo el país, que
representan a dos millones de estudiantes de las universidades
argentinas. No aceptaremos que existan estudiantes de primera y de
segunda", remarcaron los rectores en un comunicado del CIN.
"Rechazamos
cualquier metodología que promueva la división entre universidades y
dentro de las universidades. No convalidaremos ningún intento de
división, ni priorizaremos nunca ningún atajo. El Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN) no resigna lo que cree. No es solo un
problema de recursos, es también de principios", le advirtieron al
Gobierno.
Por otro lado, advirtieron que el Gobierno reconoció con
ese pago que tienen razón y que "hay plata". Según pudo saber este
diario, todavía no harán una presentación judicial, sino que esperarán
una respuesta del Gobierno, pero la disparidad de criterios pone a la
administración nacional a tiro de una cautelar. En el comunicado
indicaron que esa transferencia a la UBA "implica el reconocimiento por
parte del gobierno nacional de uno de los aspectos del problema -y su
grave magnitud- que todo el sistema universitario viene planteando desde
enero de este año. Por lo tanto, habiendo el gobierno confirmado con
sus actos que los recursos están, exigimos inmediatamente una resolución
que garantice un incremento igual al otorgado a la Universidad de
Buenos Aires para todas las universidades públicas de la Nación.
"Con
la misma urgencia, seguiremos bregando por paritarias para las y los
trabajadores de las universidades que recompongan la pérdida del poder
adquisitivo del salario, por el sostenimiento y el fortalecimiento del
sistema científico y tecnológico, por la actualización del monto
destinado a becas estudiantiles y por la recuperación de las obras de
infraestructura hoy paralizadas", concluyeron.