En el debate en comisión, advirtieron que la "Ley Antimafias" vulnera garantías constitucionales y no ataca "el financiamiento ilícito de la política, el sistema financiero clandestino y la penetración del crimen organizado en las estructuras estatales" Por Irina Hauser. El paquete de proyectos de ley con el que Patricia Bullrich promete combatir el crimen organizado y los problemas de seguridad no tuvo la mejor de las bienvenidas en la Cámara de Diputados. El miércoles último, aunque poco trascendió, expusieron especialistas en las Comisiones de Legislación Penal y Seguridad Interior: la mayoría destrozó la propuesta de "Ley Antimafias" presentada por la ministra como respuesta ante los asesinatos y hechos de violencia ligados al narcotráfico y al crimen organizado en Rosario.
No sólo señalaron defectos de constitucionalidad y vulneración de
derechos. Advirtieron que la norma diseñada parece pensada para
perseguir pandillas sin ocuparse de lo crucial: "el financiamiento
ilícito de la política, el sistema financiero clandestino y la
penetración del crimen organizado en las estructuras estatales".
Hay
tres proyectos más en análisis. El de "reiterancia" (que permite detener
a alguien solo por haber estado imputado antes) también generó
objeciones de las/los expertos, y poco apoyo. Hubo referencias críticas
al plan de ampliar el margen de la legítima defensa para los agentes de
fuerzas de seguridad, para eximirlos de responsabilidad si matan o
hieren. La expansión del banco de datos genéticos a "imputados y
condenados" por todos los delitos mereció advertencias. Pese a que no
suscitó mucha atención hacia afuera, la reunión de comisiones atrajo a
diputados/as que no la integran. La polémica ley Antimafias Bullrich
dijo que su ley "Antimafias" está inspirada en la Ley RICO
estadounidense y la italiana enfocada en las mafias. Se aplicaría al
"tráfico ilícito de estupefacientes, lavado de activos, homicidios,
lesiones, pornografía infantil, privación ilegítima de la libertad,
secuestro, coacción, amenazas, extorsión, trata de personas, tráfico de
órganos, intimidación pública, incendios, estragos y tenencia ilegal de
armas y/o explosivos" que "estén verosímilmente relacionados con los
objetivos de una organización criminal". Agrava las penas de ocho a
veinte años de prisión, solo por pertenecer a la asociación. Define
"zonas de investigación especial" y aumenta facultades de la Dirección
Nacional de Inteligencia Criminal de la cartera de Seguridad. Habilita a
detener por 48 horas por "averiguación" de delitos, permite
allanamientos encadenados e interceptar teléfonos o redes y plataformas
sin orden judicial. María Cecilia Vranicich, fiscal general de Santa Fe,
describió la violencia concentrada en Rosario, que llegó a tener una
tasa de 20 homicidios cada 100.000 habitantes. Nueve de cada diez
homicidios --informó-- son cometidos con "armas de fuego", un mercado
ilegal que no aparece entre las prioridades de Bullrich. Vranicich
advirtió un conflicto en puerta con el Gobierno nacional: las fuerzas y
autoridades federales intervendrían en las "zonas de investigación
especial", lo que amenaza las "las competencias investigativas" de las
fiscalías provinciales.
El proyecto permite ampliar esa "zona sujeta a
investigación especial" (una ciudad o un área) sin definir una zona
geográfica, lo que habilita la acción ilimitada de fuerzas federales. El
defensor ante la Cámara de Casación Penal Federal, Guillermo Todarello,
señaló que se vulneran garantías constitucionales y el principio del
juez natural. Las detenciones sin orden para pescar delitos chocan con
las normas, que solo permiten hacerlo en flagrancia o ante la fuga de un
penal. Los allanamientos e intervenciones de comunicaciones invaden la
intimidad y privacidad. A Vranicich no le preocupan los arrestos y avala
controles rigurosos en las cárceles porque dice que ahí se planifican
los crímenes. El problema es que a veces la respuesta son más crímenes.
El
proyecto, alertó el defensor, carece de claridad. Ni siquiera "define
qué es una organización criminal" y al usar "el término verosímilmente
no respeta el principio de legalidad". El proyecto agrega una tercera
variante de la famosa "asociación ilícita" con penas de 8 a 20 años sin
importar qué hizo cada miembro (el principio de responsabilidad).
La
ley Antimafias de Bullrich se llevó palazos fuertes del abogado Pedro
Biscay, del instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y
Sociales (INECIP), quien trabajó en Estados Unidos con la ley RICO que
le gusta a Bullrich. "El crimen organizado tiene dos socios
fundamentales que no están en el proyecto de ley: el financiamiento
ilícito de la política y la existencia cada vez más poderosa de un
sistema financiero clandestino. Podríamos agregar la penetración del
crimen organizado en estructuras estatales, la cooptación del Estado por
parte de las mafias", dijo. Dio ejemplos como el que involucró en
encubrimiento de narcotráfico al fiscal Julio Novo o el triple crimen de
General Rodríguez.
Según Biscay, el proyecto "no mira a las mafias
en su estructura real", se basa en "hacerle la guerra a las pandillas y a
los bunkers", "que por supuesto tienen conexiones con la mafia", pero
ignora "al crimen organizado y la mafia como un problema de mercados
criminales, de empresas que funcionan lucrativamente". Esto, dice, es
central en la ley RICO y la antimafia italiana. Pero en el proyecto, por
caso, están los delitos financieros y el contrabando. "Hay un maridaje
con la política y con el empresariado. Quien no quiera verlo que no lo
vea", desafió. Pidió que no se vote la norma porque provocará un "efecto
político criminal violento" sin reconfigurar la política criminal del
crimen organizado".
Reiterancia
La diputada Myriam Bregman (FIT)
estuvo en las comisiones y advirtió este sábado en la red "X" sobre los
peligros del paquete de Bullrich. Como la figura de "reiterancia", que
permitiría la detención de quien estuvo imputado o procesado por el
delito que sea. "En distritos como Mendoza (la reiterancia) es usada
para controlar férreamente a la población y también para encarcelar a
los que protestan", escribió Bregman. El mismo tema se planteó esta
semana en la Legislatura porteña, ya que Jorge Macri presentó en la
Ciudad un proyecto equivalente. Hubo una audiencia con legisladores del
FIT y UP y organismos de derechos humanos. Macri tiene el doble de
detenidos que caben en las comisarías, pero los pondrá en containers.
El
penalista Martín Monedero se alineó con Bullrich. Dijo: la
"reiterancia" sirve para "proteger a los ciudadanos" y evitar que
alguien "cometa nuevos delitos". Se sumó Diana Cohen Agrest, de Usina de
Justicia: "si no hay reiterancia una persona puede ser condenada
innumerables veces a una pena en suspenso". Dijo que los homicidas de su
hijo y de Mariano Barbieri asesinado en Palermo, que tenían
antecedentes. Cree que el delito solo se evita con encierro y ve
"ridículo" hablar de "reinserción".
El contraste fue fuerte cuando
habló José Ruiz Díaz, secretario de formación política y gremial de la
UTEP y referente de la rama "liberados y liberadas", quien relató que
estuvo 10 años preso y fue reincidente. Contó con orgullo la experiencia
de los liberados que ingresan a cooperativas y polos productivos:
"tenemos 1600 personas que no volvieron a la cárcel". Le preocupan los
allanamientos sin orden: "van a terminar en nuestros barrios y seremos
los malos aunque donde vivimos está la inseguridad más fuerte". Bregman
agregó en "X" el aumento de las penas para la reincidencia y el concurso
de delitos". Si concurren "más de dos hechos independientes las penas
se podrán sumar de manera aritmética" hasta 50 años, dice el texto del
proyecto.
"Una correcta política de prevención del delito no empieza
por la pena", dijo Leandro Halperín, docente titular de Principios de
Derechos Humanos y Derecho Constitucional, especialista en temas
carcelarios. "El Código Penal tiene que tener un orden y una
proporcionalidad --siguió--. La ley Antimafias agrava penas de 8 a 20
años para delitos como lesiones por solo participar en una organización.
Ese desorden viola la igualdad ante la ley". "Los proyectos --añadió--
no contemplan la situación de los sistemas penitenciarios (colapsados) y
violentan el principio de resocialización incorporado a la
Constitución" al habilitar suma aritmética de penas. Sobre legítima
defensa: "tenemos que proteger al personal policial pero no dándoles un
mensaje confuso que les habilita formas de matar y flexibiliza controles
evitando que los sometan a proceso".
Armas y policías
Miguel
Angel Robles es docente de criminología de la Universidad Siglo XXI de
Córdoba y expolicía. La actuación policial "no va a mejorar con una
ley", se despachó. "Necesitamos acciones puntuales". Pidió la creación
de una Agencia Federal de Investigación, la regulación de las tareas
inteligencia criminal y capacitación para la policía. "Mi madre decía
que tenía tres hijos profesionales y uno policía --bromeó-- La policía
está formada en oficios, el durlero y el plomero policial". En otro
orden pidió una ley "sobre el plantado de armas y la posesión
ilegítima".
Había escuchado a Juan Segundo Pavez Laciar, el hermano
de Blas Correa, asesinado el 6 de agosto de 2020 por policías de
Córdoba. "A mi hijo lo mataron tres veces dice mi mamá: la primera
cuando le disparó la policía, la segunda cuando no lo atendieron en una
clínica y la tercera cuando le plantaron un arma", relató. Fue a pedir
que se trate la "Ley Blas" que presentó Gabriela Brouwer de Koning
(JXC), que castiga con penas de hasta 20 años e inhabilitación a agentes
por tenencia ilegal de armas y plantar pruebas truchas para entorpecer
y/o buscar impunidad.
Banco de ADN
Bullrich quiere ampliar el
Registro Nacional de Datos Genéticos ligado a delitos contra la
integridad sexual a todos los delitos. Es para comparar huellas
genéticas ante un hecho criminal con perfiles genéticos de imputados y
condenados. Manuel Garrido, director de Innocence Project en Argentina
explicó que la información genética es útil para aclarar casos de
inocentes condenados por error (su especialidad) pero señaló que debe
estar regulado al afectar la privacidad. No encontró en el derecho
comparado bancos para cualquier delito. Sugiere límites y una regulación
precisa para retirar el ADN del banco.
"La ampliación propuesta a
todos los delitos luce desproporcionada. Imaginemos que alguien poda un
árbol que le molesta para entrar el auto y tiene un proceso por daño
calificado: tendría su registro de ADN", aseveró la defensora pública
Siliva Martínez. Dejó en claro, ante una pregunta de Bregman que
entraría en banco de ADN hasta un detenido en una movilización: "Se
obliga a dar la huella que queda cien años". Agregó críticas: "una
persona imputada no puede ser obligada registrar su ADN", hasta ahí es
inocente; es absurdo que den sus datos genéticos las fuerzas de
seguridad y funcionarios policiales; no se aclara dónde ni cómo se hará
la obtención de ADN. Solo podrían acceder al banco el Poder Judicial y
fuerzas pero la ley habilita a la Procuración a hacer acuerdos de
intercambio hasta con otros países.
Hablaron familiares de víctimas
de femicidio y abusos. Guillermo Bargna, del observatorio de víctimas
del Congreso, papá de Soledad. También Isable Yaconis, de Madres del
Dolor, mamá de Lucila. Se refirieron a la relevancia del banco de ADN
para ofensores sexuales. Dos funcionarios de Mendoza hicieron gala de
tener la base de datos genéticos más grande de Latinoamérica y haber
resuelto 4000 causas. La frutilla del postre fue el empresario Eduardo
Luis Salva Calcagno, que ofrece un método para obtener huellas genéticas
y dice ser el único que lo tiene.