El objetivo de la convocatoria es brindar un contundente mensaje a las cámaras legislativas sobre el rechazo a la Ley Ómnibus y el DNU del gobierno nacional que, además de otorgarle facultades excepcionales al primer mandatario, modifican un cuerpo legal de más de 600 normas que no fueron consensuadas ni debatidas, con la excusa de la emergencia económica. Entre ellas, la reforma laboral, rechazada por todos los sectores sindicales, la modificación de la movilidad jubilatoria, las privatizaciones de empresas públicas. Hacia la Plaza de los Dos Congresos llegan columnas organizadas de trabajadores que abandonan sus puestos de trabajo con el inicio del paro. Además, hay espacio para los sectores sociales que adhieren a las medidas de protesta y para la gente suelta que se sume y que los organizadores esperan que sean muchos miles. Según pudo saber este diario, algunos sindicatos grandes, como la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), concentrarán directamente en el Congreso con el objetivo de «garantizar» que el lugar no sea tomado por nadie ajeno a la movilización, lo que incluye a fuerzas políticas afines al gobierno nacional y hasta las fuerzas policiales.