China quiere que Milei pague el swap y amenaza con dejar de comprar soja y carne. Furioso por los contactos de Mondino con Taiwán, el gobierno de Xi Jinping activó el mecanismo para el cobro del swap y aumenta las importaciones de soja y maíz de Brasil. Preferencia a Australia y Uruguay por las carnes.Por Luciana Glezer1 -LPO-. El grave incidente diplomático que provocó la reunión secreta de la canciller Diana Mondino con la representante de Taiwan en el país podría costarle carísimo a la Argentina. El gobierno de China evalúa por estas horas implementar represalias drásticas como exigir el pago del swap de miles de millones de dólares y dejar de comprarle al país soja y carnes, adelantaron a LPO fuentes al tanto de la tensión bilateral.
Según las fuentes consultadas el gigante asiático ya dio los primeros
pasos para que se ejecute el pago del tramo del swap que gastó el
gobierno de Alberto Fernández, por unos 5000 millones de dólares más
intereses que rondan el 6 por ciento. La tensión llegó a tal extremo que
las fuentes no descartaron que para cobrarse China incluso avance con
el embargo de exportaciones.La activación de ese proceso de cobro puede
durar meses y hasta años en los tiempos especiales de la burocracia
china, que acaso ofrece así al gobierno de Milei una ventana para
rectificar drásticamente su postura anti China. La tensión escaló luego
que LPO revelara en exclusiva el encuentro de Mondino con la
representante comercial de Taiwán, Miao-hung Hsie. Una reunión que no
sólo indignó a la diplomacia de carrera del Palacio San Martín, que la
consideró una torpeza mayúscula, sino también al ministro de Economía,
Luis Caputo, que urgido de fondos busca reactivar el swap.Pero las
represalias por lo que consideran una violación de su soberanía, como
dejó en claro la propia embajada china en Buenos Aires, podría ser
incluso más gravosa: el régimen comunista ya había decidido empezar a
priorizar a Brasil en sus compras de soja y maíz. La geopolítica juega
una partida no menor en estas decisiones. El presidente Lula mantiene
una fuerte alianza con China, mientras que el gobierno de Milei no dejó
ni pasar un mes para anunciar que se retiraba de los Brics, el bloque
que integran ambas potencias. La decisión del gobierno de Xi Jinping de
orientar sus compras de soja y maíz a Brasil ya empezó a notarse. Los
embarques de granos brasileños alcanzaron a 8.79 millones de toneladas,
lo que implica más del 40% de las importaciones de esos granos de la
República Popular China.
El gobierno de Xi Jinping ya decidió
empezar a priorizar a Brasil en sus compras de soja y maíz y analiza
reemplazar las carnes de la Argentina por carne australiana y ganado en
pie de Uruguay.
Las fuentes consultadas revelaron que China también
analiza dejar de comprar carne a la Argentina y reemplazar esos
embarques por carne australiana y ganado en pie de Uruguay. Además,
suspendería el procedimiento para levantar las barreras sanitarias para
productos avícolas y la compra de menudencias de carne, que durante la
visita de Sergio Massa a Beijing se había empezado a negociar.
El
cierre del mercado chino sería un golpe demoledor para la industria
cárnica argentina, que destina casi la totalidad de sus exportaciones al
gigante asiático. China es el país que más creció como socio comercial
de la Argentina en los últimos 15 años y se ha convertido en un
proveedor sumamente relevante de insumos y maquinaria esencial para la
productividad de la industria argentina.En efecto, según los datos
oficiales, Catamarca le vendió a China el 45,4% del total de sus
exportaciones, Jujuy el 28,52%, Chaco 28,29%, Entre Ríos 27,6%, Santiago
del Estero 22,2% y La Pampa 20,1%.