Rossi y Villarruel protagonizaron el debate de los vices con cruces que expusieron dos modelos de país. Hubo acusaciones cruzadas. El jefe de Gabinete acusó a la diputada de extrema derecha por no respetar la democracia. Por: Tatiana Scorciapino A treinta y dos días de la primera vuelta de la elección presidencial, se llevó a cabo el primer debate de candidatos a vicepresidentes que organiza el programa del canal TN ‘A dos Voces’, conducido por Marcelo Bonelli y Edgardo Alfano. Los candidatos Agustín Rossi (Unión por la Patria); Luis Petri (Juntos por el Cambio); Victoria Villarruel (La Libertad Avanza); Florencio Randazzo (Hacemos por nuestro País) y Nicolás del Caño (Frente de Izquierda Unidad) protagonizaron una discusión caliente en donde las chicanas y los golpes bajos fueron moneda corriente. Agustín Rossi y Victoria Villarruel se eligieron como rivales. Con fuertes cruces, los candidatos robaron la atención de todo el intercambio, dejando al resto subordinado a la espera de un bache que les permitiera opinar. “Villaroel vos sos como Alfredo Astiz,que se infiltró en las Madres de Plaza de Mayo. Vos sos una infiltrada de la democracia”, sostuvo Rossi, mirando a los ojos a Villarruel, en el intercambio cara a cara.
El debate estuvo dividido en tres ejes, “Economía, inflación y Trabajo”;
“Rol del Estado y conflictividad social” y “Política de seguridad,
defensa y justicia”. Los mismos fueron votados y acordados previamente.
Los equipos de los candidatos acordaron entre ellos para organizar el
horario de llegada y evitar opacar sus respectivos recibimientos. Sin
embargo, el nado sincronizado no resultó cómo se esperaba. Según estaba
previsto, Del Caño debía ser el primero en ingresar al edificio de
ARTEAR, pero su retraso hizo que el candidato de Hacemos por Nuestro
Pais (Randazzo) le quitara la largada. El diputado del Frente de
Izquierda Unidad llegó pasadas las 20:10, seguido por Rossi y
Villarruel, y por último el mendocino Petri. El primero en iniciar su
participación fue Rossi, quien sostuvo que en esta elección se pone en
juego dos modelos. “Te proponemos un camino lleno de amor y orgullo por
nuestra patria, en donde los derechos de trabajadores, de las mujeres y
los derechos humanos sean nuestra guía. Queremos un camino con
crecimiento económico y con inclusión social, más salario para los
trabajadores, fortaleciendo a las familias para que nuestros chicos
crezcan en un ambiente seguro y cálido. Para construir más universidades
para nuestros jóvenes y fortalecer a los empresarios que apuestan al
crecimiento del país”, sostuvo.
Le siguió Florencio Randazzo quien,
fiel a su estilo moderado, apostó por remarcar la gestión de Schiaretti
en Cordoba y sostuvo que esta puede replicarse a nivel nacional. Ademas
advirtió que el plan económico de su espacio se basa en la baja del
déficit fiscal y aumentar la productividad.
Luego, Luis Petri
continuó con la línea discursiva de ataque al kirchnerismo e inició su
discurso con apelando a la emotividad del golpe bajo: “Mientras estás
viendo este programa, los almacenes están remarcando precios. Para
terminar con la inflación hay que terminar con el kirchnerismo. Tenemos
que tener un presupuesto sin déficit y sin cepo. El kirchnerismo está
quemando las naves con los argentinos adentro.” En la misma línea
remarcó su postura contra la aprobación de la ley para eliminar la
cuarta categoría de Ganancias y calificó de “vergonzosa” la media
sanción en diputados. Por su parte, Villarruel sostuvo: “Vamos a sacar
los planes sociales de manera paulatina. El plan debe ser un medio y no
un fin. El que hace un piquete irá preso y el que participe perderá el
plan.” Además criticó duramente a los investigadores del Conicet y
sostuvo que la ciencia sólo debe dedicarse a investigar datos duros, que
son, según su visión, lo único que ayudan con el crecimiento del país.
Del
Caño tomó la bandera de los derechos humanos y fue el primero en
apuntar contra Villaroel por su vínculo como abogada defensora de Videla
y otros dictadores. Además apuntó contra los proyectos en conjunto que
aprobaron el Peronismo y el radicalismo para avalar la megamineria y los
calificó como socios del FMI por promover un plan económico de ajuste.