Gran repudio por la discriminación de Canal 13 a integrantes del pueblo indígena. Los dos integrantes de la comunidad Ayllu Mayu Wasi viajaban en el subte cuando una cronista del programa Bien de mañana, que conduce Fabián Doman, los abordó y se burló de ellos junto a los panelistas que estaban en el estudio. “Digame una palabra en indio”, le dice la cronista Maggie Vigil luego de burlarse ante el saludo de uno de los pasajeros del subte, integrante de la comunidad Aylly Mayo Wasi de Quilmes. “Maggie te amo”, le dijeron desde el piso mientras Fabián Doman, conductor del programa Bien de Mañana decía “este señor se pasó de estación”. El hecho discriminante y estigmatizador sucedió el jueves durante un móvil en la línea D del subte, pero se conoció recién este viernes a través de las redes sociales donde el repudio fue creciendo. También las denuncias realizadas en a la sección de reclamos de la Defensoría del Público.
Tanto desde el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia
y el Racismo (Inadi) como la Defensoría del Público de Servicios de
Comunicación Audiovisual advirtieron que el reportaje resultó
“banalizador” y reclamaron “un trato respetuoso y sin distinciones para
aportar al diálogo intercultural y plural en el país”. Los
entrevistados, a su turno, afirmaron que las preguntas que se les
hicieron tuvieron un “tono peyorativo y discriminatorio” y que están
“acostumbrados a este tipo de discriminaciones”. El matrimonio al que
abordó la cronista del programa está formado por Kantuta Killa y Wari
Rimachi, “abuelos” de la comunidad originaria Ayllu Mayu Wasi, ubicada
en la localidad bonaerense de Villa Martelli. Ambos fueron abordados por
la movilera mientras viajaban en la Línea D del subte porteño.
“Íbamos
en el subte y esta señorita notera y el camarógrafo nos empiezan a
hacer preguntas sorpresivamente. Saludamos en quechua y después
tradujimos, pero no hubo tiempo para hacer esta traducción porque
empezaron a reírse y a hablar en tono peyorativo”, dijo a Télam Kantuta
Killa, abogada de profesión y jubilada como oficial de un juzgado
nacional donde ejerció durante 30 años.
“Mi esposo habló de lo que es
el buen vivir diciendo que es no robar, no mentir, no engañar. Son
principios de nuestro pueblo. Y ahí dijeron: ‘bueno, qué opinan de este
programa’, y mi esposo dijo que le parecía que no estaba bien, que
tenían que renovarse y que esta cultura, este respeto, había que
enseñárselos a los chicos en el colegio”, agregó la mujer.
Luego, la
movilera les consultó de qué querían hablar y Kantuta sugirió hacerlo
sobre el Tercer Malón de la Paz. La notera preguntó: “¿el Tercer Malón
de la Paz, vienen a traer paz?”, demostrando una ignorancia total.
La
abogada asintió y agregó que cuando empezó a hablar sobre eso “me
taparon la boca con otra pregunta para que no me exprese y aparte, desde
el piso, (desde los estudios del canal) ya estaban diciendo un montón
de cosas altamente irrespetuosas, de bullying, discriminatorias”,
completó.
La pregunta por el voto
“¿Usted votó?”, les consultaron.
“Le digo que sí, claro que voté, pero no tengo por qué decírselo, no se
lo voy a decir. Y se rieron”, explicó en diálogo con Télam.
“El tema
de votar y de que el voto es secreto no es para reírse porque estamos
definiendo el destino de un país. Ellos tratan con esa forma graciosa de
dirigir la conversación hacia lo que ellos quieren, para imponer su
idea, para reírse de los que pensamos. Fue todo una escena
discriminatoria”, aseveró Kantuta Killa.
Fue entonces que Doman cortó abruptamente el móvil con la frase: “No me van a venir a dar clase de moral”.
La
pareja afirmó sentirse “sorprendidos”, y aclararon que “no es solamente
la notera que es así, sino un sector de la población que
lamentablemente no comprende que hay un otro diferente, que hay pueblos
preexistentes con distintos códigos, distintas formas de ser y distintos
intereses. Aun así, aunque tenemos distintos valores y principios,
creencias o intereses, nosotros les respetamos y en ningún momento nos
dirigimos de ese modo con ellos ni estamos riéndonos como como ellos se
ríen de nosotros”.
«El mensaje para la sociedad es aprender a escuchar sin prejuicios»
Kantuta
y Wari integran el Consejo de Amautas indígenas del Tawantinsuyu de
Argentina y el Cosindia (Consejo de Sanadores indígenas de Argentina),
entre otras organizaciones. Además, forman parte del centro cultural
Waka Luna, de Villa Martelli, donde dan talleres lengua quechua, de
instrumentos andinos, cursos de medicina ancestral indígena, y ofician
ceremonias ancestrales.
Kantuta reiteró que “los indígenas, las
indígenas, estamos acostumbrados a esta discriminación desde toda la
vida. Si no es por un aspecto es por el otro, sino es por cómo nos
vestimos o hablamos o por qué comemos”.
No obstante, “si bien está
naturalizado no bajamos los brazos. Seguimos en lucha. El mensaje para
la sociedad es aprender a escuchar sin prejuicios”.
En ese sentido
explicó que “hubiera sido bueno, que la movilera salude con ‘buenos
días, ¿cómo están?, ¿hacia dónde van? y, si hablábamos en nuestra
lengua, que nos pregunte ¿qué lengua, qué significa? con un interés
real, legítimo, el querer socializar desde el respeto. Así podemos
dialogar, pero no se nos dio esa posibilidad”.
Si bien la pareja
consideró iniciar una acción legal, decidieron no hacerlo y dar mayor
visibilidad a lo que está ocurriendo con el Malón de la Paz, porque
“tiene que caer esa reforma anticonstitucional de la Constitución
provincial de Jujuy. Los hermanos están sufriendo, llevan muchos días de
acampe, preferimos apoyar eso”, explicaron.