Este lunes, la cotización de los bonos soberanos se desplomaron después
de que Milei, que se postula con una plataforma para dolarizar la
economía y "quemar" el Banco Central, capturó alrededor de un tercio de
los votos emitidos. En una nota que lleva la firma Scott Squires, la
agencia Bloomberg dio cuenta de la opinión de especialistas como Pilar
Tavella, de Barclays; Benito Bereber, de Natixis; y Juan Pablo Rotger,
de Banco Mariva, entre otros.
“La sorpresiva victoria de Javier Milei
en las elecciones primarias ha aumentado la incertidumbre política en
lugar de reducirla. La crisis económica está destinada a profundizarse y
no está claro cómo reaccionarán los votantes ante una mayor
inestabilidad”, señaló Pilar Tavella.
Por su parte, el analista Oren
Barack, de Socios Globales de la Alianza, sostuvo que “Milei es solo la
sorpresa más grande y desconocida para el mercado, pero si finalmente
gana las elecciones generales, una reducción significativa en el gasto
público y la dolarización de Argentina podría ser un beneficio a largo
plazo”.
En tanto, Benito Bereber, de Natixis, analizó que “la gente
está harta de los peronistas y eso es positivo para los mercados. Sin
embargo, no estamos seguros de si el mercado reaccionará positivamente a
un potencial presidente Javier Milei”.
“El candidato libertario
tiene posiciones extremas como dolarizar la economía y es poco probable
que tenga un fuerte apoyo en el Congreso para aprobar las reformas
necesarias”, agregó Bereber.
Por su parte, Graham Stock, responsable
de gestión de activos de Bluebay, sostuvo que la elección general de
octubre "está abierta de par en par, ya que los tres principales
candidatos tienen efectivamente un tercio cada uno de los votos”.
En
tanto, Juan Pablo Rotger, de Banco Mariva, señaló que “la victoria de
Milei fue aplastante ya que logró ganar en 16 de los 24 distritos
electorales, sobre todo en Córdoba, Santa Fe y Mendoza”
Mientras que
Mariano Machado, de Verisk Maplecroft, argumentó que "la falta de
experiencia ejecutiva de Milei aumenta el riesgo de un ajuste económico
desordenado, incluida una posible crisis social importante después de
diciembre".
“En un país con un índice de pobreza del 40%, un aumento
importante del desempleo y/o la informalidad aumentaría el fuego bajo la
olla a presión existente. La agitación social podría alcanzar niveles
similares a los de principios de la década de 2000, lo que establecería
nuevos récords políticos, de seguridad y de riesgo social para los
inversores”, completó Machado.
Por último, Ana Iparraguirre,
consultora de GBAO, dijo que en Argentina "estamos pasando de un sistema
bicoalicional, muy polarizado, a una situación más fragmentada, más
parecida a lo que estamos viendo en el resto de América Latina, con tres
fuerzas luchando por el poder".