Hubo PASO en tercios, pero el primer lugar de Milei fue la sorpresa. Juntos por el Cambio y Unión por la Patria muy cerca . Todas las claves de la elección prometen un octubre en llamas, Libertad Avanza 30,6 - Cambiemos 28,29 y UP 27,29. Quedó arriba el menos pensado y esperado, el más disruptivo, el apodado antisistema. Bullrich se impuso en la interna cambiemita. Los desafíos de Massa. Por Mario Wainfeld. Se realizaron las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) nacionales para fórmula presidencial, mitad de los diputados, un tercio de los senadores. La jornada transcurrió con paz, tolerancia, civismo y orden sensato, excepción hecha de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
La participación fue del 68 por ciento, varios puntos porcentuales por
debajo de las precedentes en 2011 y 2019. El dato central de la jornada
fue el caudal obtenido por el diputado Javier Milei de La Libertad
Avanza. Tanto él a título individual, como su partido quedaron primeros,
imponiéndose en varias provincias, un batacazo. Quedaron detrás las dos
coaliciones que ganaron las tres últimas elecciones, Unión por la
Patria (UxP) y Juntos por el Cambio (JXC) ambas con desempeños flojos.
Ninguna de ellas llegó al 30 por ciento nacional, la diferencia entre
ambas fue de apenas el uno por ciento.
La exministra Patricia
Bullrich se impuso en la interna presidencial cambiemita superando
holgadamente al Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta que
generó un fiasco vergonzoso con el sistema de voto electrónico en su
distrito. Es el mayor perdedor de grandes ligas en estas PASO porque
quedó eliminado. Hace un par de años era favorito para ser presidente,
En otra interna cambiemita, más pareja, Jorge Macri batió por
diferencia estrecha a Martín Lousteau y procurará conservar la CABA para
el PRO. El acumulado entrambos excede el 56 por ciento. Queda por verse
si retiene todos esos votos en la primera vuelta porteña. Leandro
Santoro, candidato de UxP tuvo un desempeño similar al de buenas
elecciones del peronismo en un distrito adverso, superando el 22 por
ciento.
El gobernador Axel Kicillof llegó primero en las PASO
bonaerense. El intendente Héctor Grindetti dejó afuera a Diego Santilli
en la interna de JXC. Santilli era favorito, verosímilmente sucumbió al
efecto arrastre de Bullrich que impulsaba a Grindetti. Se conocen las
dificultades para el corte de boleta. UxP salió primero en “la
provincia”, una de las pocas que consiguió.
El gobernador Juan
Schiaretti secundó a Milei en Córdoba, histórico pilar de JxC. Entre
ambos se llevaron un 60 por ciento de los votos. Schiaretti saludó al
ganador adjudicándole un mensaje federal como el suyo. Cuesta comprender
la jugada de quien hasta hace dos meses coqueteaba con ser aliado de
Larreta.
Myriam Bregman y Nicolás Del Caño ganaron la interna del
FIT Unidad, con un acumulado flojo y un quinto puesto que debe dar que
pensar.
De nuevo, el dueño de la jornada fue Milei. Hubo PASO en
tercios, como describió-presagió la vicepresidenta Cristina Fernández de
Kirchner, en las que quedó arriba el menos pensado y esperado, el más
disruptivo, el apodado antisistema. Con esos estandartes, un partido
enclenque y flojos resultados en las provinciales llegó muy alto.
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De porteño a nacional
Acunado
en la CABA hace dos años Milei se transformó en figura nacional. Se
catapulta de un tercer puesto ahí al primero en todo el país, un raid
sin precedentes históricos desde 1983. Cosecha millones de votos en
todas las regiones sin una maquinaria afiatada, posiblemente sin
fiscales en todas las mesas.
En octubre se realizan las
elecciones generales, es prematuro pronosticar escenarios. De cualquier
manera, los precedentes siempre indican algo: voto mata encuesta y deja
heridos a los análisis… Cristina Fernández de Kirchner y Alberto
Fernández que ganaron rotundamente las PASO en 2011 y 2019 llegaron a la
Casa Rosada sin precisar segunda vuelta. Daniel Scioli prevaleció en
2015 sobre Mauricio Macri por contados votos y perdió en el ballotage.
El contexto de 2015 es más similar al actual, también por otro factor:
el bipartidismo (o bi coalicionismo) caracterizó al 2011 y al 2019. En
2015 Sergio Massa terció con más 22 por ciento de los votos. El cuadro
de ayer se asemeja algo al de 2015 pero Milei supera la marca de Massa
con menos historia previa.
Cabe añadir que ningún ganador de las
PASO cayó al tercer puesto en las generales. Puesto de otro modo, es
factible y hasta probable que haya segunda vuelta esta vez en la
Argentina y que Milei esté presente en ella. Por cierto, se trata de
otra votación, todos los actores juegan y la propia gente común puede
mover tácticamente su voto. El ballotage criollo habilita presidentes
con el 45 por ciento del padrón y hasta con el 40. Podría definirse en
octubre, no tiene pinta de ser lo más posible pero el futuro es abierto
hasta que habla el cuarto oscuro.
El raid es un mensaje, un
síntoma que este cronista no se anima a desentrañar de volea. Nobleza
obliga, uno no creyó que se concretara lo que induce a ser cauto con las
explicaciones cancheras y amplias. Puede sí decirse que los últimos dos
gobiernos no cumplieron con sus promesas, que sus campañas fueron
flojas, que su internismo pudo corroerlos.
En días futuros se
deberá releer la votación: desagregar por distritos, por edades y sexos
dentro de lo posible. El primer objetivo de Milei, accesible, es
conservar cada uno de sus sufragios. Con eso, lo que añadiría la mayor
participación en octubre quedaría muy cerca del ballotage, a tiro de
tener una bancada decisiva en Diputados.
Bullrich y Massa
afrontan desafíos diferentes, en principio. Para el peronismo movilizar
más votantes es uno, rasguñar votos en los territorios con militantes y
punteros. Y seguramente proponerse como alternativa a dos rivales de
derecha en lo económico y lo cultural. A primera vista Milei le restó
votos a JxC pero el total del peronismo fue de los más bajos desde la
recuperación democrática. Acrecentar los buenos puntajes de Buenos Aires
valdría como parte de la solución. El candidato- ministro debe resolver
esos enigmas en menos de dos meses, con el apoyo de toda su fuerza.
Cuesta
imaginar a quién le puede quitar votos Bullrich sobre todo después de
alabar a Milei. En campaña se verá. Ayer “Pato” ganó, eso es un envión,
embellece, ayuda a sumar. Si se repasa el mapa nacional los ganadores
notorios que arrancan el segundo tramo con esa perspectiva, mejor
parados por ende, son Milei, Axel y Bullrich. Protagonistas clave para
lo que viene.
Si Milei conserva el piso rotundo conseguido ayer
pasa a ser una figura nacional determinante de un partido con contados
cuadros. Carolina Píparo se quedó en “la provincia” con una carrada de
votos pero no se le acerca en ese rango.
Massa y Bullrich
precisan elevar su techo, como condición de subsistencia. Paso a paso,
sumar cuanto menos un 35 por ciento y llegar segundos como nueva base.
No es imposible, tampoco sencillo.
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Derechas rampantes
Milei
y Kicillof, dos oradores vibrantes, largueros y tan disímiles optaron
por leer su discurso post escrutinio. Hicieron bien para no derrapar
porque van en punta.
Juan Grabois concluyó una interna digna y
hábil comprometiéndose a colaborar, valorizando el porcentual que obtuvo
militando. Massa cuenta con su apoyo y sus votos, deberá calibrar qué
significan.
El veredicto popular fue contundente, debe ser
respetado y escuchado. Seguramente expresa descontentos, broncas, falta
de pertenencias, nuevas generaciones con demandas inéditas. El padrón
nacional causó una conmoción, con ella se convivirá en adelante. Este
cronista no cree que el respeto y la tolerancia impliquen un automático
alineamiento con la primera minoría. Ni siquiera con el abrumador 58 por
ciento que acumularon Milei y Bullrich, en fuerzas separadas.
El
corrimiento a derecha del electorado, del planeta, la polarización que
potencia a la derecha son hechos, acreedores a respeto también. Nada de
eso conlleva una suerte de oportunismo matemático para abrazar las
banderas de los adversarios. El programa de Bullrich es espantoso e
irrealizable en la Argentina sin que medie represión. El de Milei añade
la inviabilidad de sus medidas emblema: dolarización, venta de órganos,
vouchers para educación. Se le agrega la flaqueza institucional que
tendría.
Enfrentarlos es un compromiso que comprende revisar los
errores y falencias de las fuerzas populares que son minoría desde hace
un buen rato y son remisas a darse cuenta. Mirar la propia imagen
corporal. Algo puede cambiarse, un salto de calidad-cantidad es todavía
un horizonte alcanzable con los candidatos que quedaron. Las bases y las
militancias tendrán su rol, pendiente de invención
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Lo que viene
Cuando
los argentinos se despierten cada día a partir de hoy, los dinosaurios
seguirán ahí hasta octubre cuanto menos. Batirlos es todavía una hazaña
posible a condición de entender lo que pasa, redoblar esfuerzos.
Comprender que la gente labura, necesita tranquilidad cotidiana y llegar
a fin de mes.
Los famosos mercados (flojo apodo de un puñado VIP
de especuladores con camiseta puesta) estarán atónitos. Se esmeraron
para garantizar la vuelta cambiemita y se encuentran con una sorpresa.
Sus reacciones son siempre temibles, desestabilizadoras y a menudo
insensatas.
Todas estas historias continuarán, la seguimos
mañana. Ayer fue un día duro para el oficialismo pero la oportunidad de
revertirlo está vigente.