Allí, lo sindicatos se comprometieron a activar y militar para que esta
fórmula de Unión por la Patria no solo gane en las PASO del próximo
domingo, sino que también triunfe en las generales del 22 de octubre.
Tanto Massa como Rossi resaltaron la histórica condición de la CGT como
columna vertebral del movimiento nacional Justicialista y afirmaron que
defenderán los derechos de los trabajadores, esos que la oposición
promete destruir en caso de acceder al gobierno. En ese sentido Massa
afirmó que en estos comicios "se discute a qué Argentina vamos" y por
eso dijo que será "el presidente de los y las trabajadoras" porque
buscará recuperar el poder adquisitivo de los salarios e, incluso,
reiteró su decisión de otorgar una suma fija a los sueldos más bajos. En
este contexto y con estos objetivos, los convocó a redoblar la militar
el voto porque "este domingo, cueste lo que cueste, debemos ganar". Fue
un acto peronista, de eso no hay duda, pero sin el instrumento histórico
y esencial en toda expresión pública del movimiento nacional y popular:
el bombo. Ni uno estuvo presente en las gradas o en el campo del
coqueto estadio. Todos quedaron guardados en los colectivos. Hay dos
versiones sobre ese faltante. Una de ellas dice que los propietarios del
estadio no lo permitieron por una exigencia de las compañías de seguro
que, incluso, obligaron a los periodistas presentar un certificado de
ART. La otra versión dice que fue uno de los pedidos del asesor catalán
Antoni Gutiérrez Rubí que reclama actos limpios sin mucha iconografía.
Para el domingo
"Ponga
huevo, huevo Sergio Massa, ponga huevo, huevo sin cesar, que el domingo
cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar". El cántico, bien
de cancha, se repitió una y otra vez antes y durante el acto. Massa lo
sumó a su discurso con el que buscó marcar a fuego las diferencias con
los candidatos de toda la oposición.
"Están ellos, planteando la
eliminación de la indemnización por despidos, las vacaciones pagas y la
ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo, y hablan del
trabajo como un costo y no como el instrumento de dignidad más
importante que tiene nuestra sociedad. Nosotros tenemos la
responsabilidad de defender los derechos de los trabajadores y mejorar
sus ingresos", afirmó Massa ante una multitud que lo respaldó siempre
con aplausos y cánticos.
El ministro precandidato habló acompañado
--además de Rossi y su jefe de campaña Eduardo "Wado" de Pedro-- con
buena parte del consejo directivo de la CGT entre los que estuvieron los
triunviros Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano. También estuvo el
mecánico Mario "Paco" Manrique (secretario gremial de CGT y el único
precandidato a diputado nacional que tiene la central obrera), José
Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (Uocra), Abel Furlán
(UOM) y Andrés Rodríguez (UPCN), entre otros.
Massa no solo les
prometió ser el presidente de los trabajadores, también les adelantó
medidas como que "vamos bajar aún más el Impuesto a las Ganancias,
mejorar aún más las asignaciones familiares", dijo y luego, casi como al
pasar y sin estridencias afirmó que va "a mejorar con una suma fija los
salarios más bajos". De inmediato Massa agregó que defenderá además
"las paritarias libres" para "garantizar que en Argentina el salario
recupere lo que perdió" con el gobierno de Mauricio Macri y la pandemia.
Si
bien la "suma fija" es una buena noticia para los trabajadores, tanto
estatales como privados, el tono que usó Massa pareció que servía para
no incomodar a Daer, Acuña y los gremios que los respaldan (la mayoría
del consejo directivo) y que se opusieron siempre a esa medida y
reivindicaron como única y excluyente herramienta a las paritarias.
Diferente es la postura de Pablo Moyano y los sindicatos del Frente
Sindical por el Modelo Nacional que lo acompañan.