Los armados en el Frente de Todos y la incógnita de las PASO. "Wado" De Pedro y Daniel Scioli aceleran sus proyectos electorales y toma forma la interna. El ministro del Interior suma adhesiones por afuera del kirchnerismo y trabaja para aumentar su nivel de conocimiento. El embajador en Brasil avanza con actos y reuniones, y recibe el apoyo del albertismo. Por María Cafferata. Con Eduardo "Wado" de Pedro enfrascado en una carrera frenética por su instalación y Daniel Scioli pasando a la ofensiva en un armado junto a Victoria Tolosa Paz, la recta final de la interna frentetodista tiene cada vez más aroma a PASO.
O al menos esa es la premisa bajo la que ambos precandidatos, junto a
Agustín Rossi, vienen trabajando en la última semana. Mientras Sergio
Massa estuvo negociando en China - dejando que sean sus alfiles, en
Argentina, los que se encarguen de instalar que ir a una PASO es "una
pendejada irresponsable" -, el ministro de Interior se ha encargado de
dejar en claro que no le escapa a una interna y, en el ínterin, se ha
abocado a sumar espaldarazos a su proyecto electoral. Buscando ampliar
por fuera de los márgenes del núcleo duro kirchnerista, De Pedro ha ido
sumando las adhesiones de gran parte del arco sindical y espera, la
semana que viene, poder hacer lo mismo con los gobernadores.
En
Provincia de Buenos Aires algunos lo llaman, cariñosamente, "el hijo
careta" de Cristina Fernández de Kirchner. Desde que comenzó el gobierno
de coalición del Frente de Todos, "Wado" de Pedro ha intentado
mostrarse como un camporista "pragmático", que dialoga con el círculo
rojo y teje vínculos con los gobernadores a la vez que ejerce su rol
como embajador cristinista en Casa Rosada. Y ahora, con su
precandidatura lanzada casi oficialmente, De Pedro ha apuntado a la
misma lógica para construir su imagen presidencial. El frenesí de
reuniones y desembarcos de la última semana fue una muestra de ello. Del
gobernador electo de Río Negro, Alberto Weretilneck, al titular del
SMATA, Ricardo Pignanelli. Del sindicalismo K englobado en la Corriente
Federal de los Trabajadores al gastronómico Luis Barrionuevo y los 40
gremios que integran la Mesa Nacional Sindical.
"Dentro del
peronismo, tenemos a alguien joven, conoce el país, caminó y está
caminando, tiene todas las cualidades y condiciones para serlo. La
realidad es una sola, el candidato ya está, el candidato nuestro es
Wado", lo ensalzó Barrionuevo, quien supo ser un enemigo histórico de la
vicepresidenta (en 2018, cuando el gastronómico ya le había soltado la
mano a Mauricio Macri, llegó a decir que CFK era "el demonio"). "Si nos
piden que ampliemos no podemos después exigir certificado de buena
conducta porque si no es imposible, hay que ceder", se atajan en el
círculo íntimo de De Pedro, desde donde aseguran que no hay movimiento
que se ejecute sin el okey previo de CFK. Puntualmente, el vínculo con
Barrionuevo se originó en la pandemia, a través de Graciela Camaño (a
quien Wado conoce de su paso por la Cámara de Diputados), cuando la
actividades de los hoteleros y gastronómicos estaba paralizada. Más
allá del apoyo de las centrales sindicales, hoy De Pedro está parado
fundamentalmente sobre el armado territorial que le habilita un conjunto
de intendentes. Y, enfocado como está en subir su nivel de
conocimiento, gran parte de las actividades se centralizan en el
conurbano bonaerense. El sábado, por ejemplo, participó en Ensenada en
el cierre de la asamblea del Frente Grande que preside Mario Secco
(otrora principal impulsor del clamor por CFK2023), en donde el partido
se manifestó oficialmente a favor de su candidatura. Horas más tarde,
mientras tanto, se mostró junto a les dirigentes de Barrios de Pie,
Daniel Menéndez y Natalia Souto. Hasta ahora, de parte del mundo de las
organizaciones sociales, el apoyo más explícito provino del líder de
Patria Grande (y también precandidato presidencial) Juan Grabois. En el
caso del Movimiento Evita, por ejemplo, ha habido fotos y acercamientos
pero aún ningún respaldo explícito, dado que Scioli también está
tanteando. El fondo de la cuestión, para el Evita, es si habilitarán
internas en algunos municipios (como la Matanza).
En paralelo, Daniel
Scioli también comenzó a mover sus fichas y a desafiar abiertamente el
mandato del candidato único de la alianza kirchnerista-massista.
Oficializada su sociedad con Victoria Tolosa Paz, el tándem encadena
hace días reuniones con empresarios, intendentes, dirigentes sociales e
incluso contacto con algún que otro gobernador para sumar espalda en la
puja interna. También comenzaron los actos, los plenarios militantes y
los colores de campaña. "Que sea el pueblo peronista el que tenga el
gran poder de definir las candidaturas", afirmó en un encuentro que
encabezó, junto a Tolosa Paz, el sábado en Mar del Plata. "Ven que Wado
no mide y se permite la insolencia", ironizó un dirigente cristinista
que considera que, al ritmo que vienen, llegarán a conseguir los avales
que necesitan - una formalidad - para garantizarse una boleta propia. El
embajador en Brasil evita confrontar con el cristinismo, pero cada vez
que le ponen delante un micrófono se encarga de dejar en claro que no lo
van bajar tan fácilmente.
Además de haber reclutado parte de su
vieja tropa bonaerense de sus tiempos de gobernador - su ex jefe de
gabinete, Alberto Pérez, es su jefe de campaña -, Scioli viene sumando
el respaldo de gran parte del "albertismo" que quedó en el Gabinete
nacional. El canciller Santiago Cafiero aseguró estar "entusiasmado" por
su candidatura y, recientemente, el ministro de Seguridad, Anibal
Fernández, manifestó públicamente su respaldo. "Creo que el elegido va a
ser Scioli, que hace la diferencia, porque tiene las posibilidades y el
arrastre de su propia figura", declaró y, fiel a su estilo, envió un
tirito por elevación al candidato del kirchnerismo: "Wado nunca gobernó
nada".