La confesión de Losada de que no cambiará su domicilio en Nordelta y sólo lo haría si llega a la Casa Gris generó más chanzas que enojos en el peronismo. “Fuerte declaraciones desde Narnia”, dijo el diputado nacional Eduardo Toniolli al ubicar el mundo de fantasía de Losada. “Si no elegiste tu provincia para vivir, ¿con qué compromiso la vas a gobernar?”, le preguntó su colega Lucila De Ponti. Y el sociólogo y docente universitario Gustavo Mainardi sugirió que Losada “todavía no tuvo tiempo de leer” la Constitución de Santa Fe porque para el gobernador y vice en ejercicio residir en Santa Fe “no es una opción”, es un mandato del artículo 68 que los obliga a desempeñar el Poder Ejecutivo “en la capital de la provincia” y no ausentarse sin autorización de la Legislatura. En el primer día de campaña, Losada admitió que no vive en Santa Fe, que su lugar es Buenos Aires, donde surgió en la TV porteña como panelista de Baby Etchecopar y que se mudaría a la provincia sólo si gana las primarias del 16 de julio y las generales del 10 de setiembre, en las que no puede votar porque no está en el padrón. “¿Qué es vivir en Santa Fe?”, se preguntó. “La mitad de la semana estoy acá. Estoy siempre acá, Rosario es mi ciudad y, si soy gobernadora, voy a vivir acá”. No es la única representante de Santa Fe en el Congreso que no vive en la provincia. Otro conocido es el diputado Luciano Laspina, también de la misma alianza antiperonista.