La caída se produce como consecuencia de las recientes turbulencias en el sector y la incertidumbre sobre la evolución de los tipos de interés y suma más tensión al sistema bancario europeo, que empezó a crujir con la crisis del Credit Suisse. La acción del Deutsche Bank fue la más afectada por la caída, que se mantenía en torno al 10 % durante las primeras horas de cotización pero que profundizaba hasta el 14,16 % con el correr de la jornada. Los títulos del Commerzbank, por su parte, caían con el pasar de las horas un 9,31 %.