El provocador tuit de Acuña: «Miles de chicos encuentran mejores condiciones en la escuela que en sus propias casas» El posteo fue un intento de respuesta a los centros de estudiantes que realizan un faltazo como medida de protesta. La ministra comparó a una oficina con aire acondicionado con un aula: "Ningún ámbito laboral ni sector suspendió sus actividades en este contexto".Por: Martín Suárez @MDSuarez Una de las particularidades más comunes de la titular de la cartera de educación de la Ciudad es basar sus discursos en una provocación constante ante las diferentes demandas de estudiantes, docentes, gremios y familias, que son ignorados sistemáticamente.
En medio de las reivindicaciones de la comunidad educativa, en el marco
de la ola de calor en escuelas porteñas, Soledad Acuña evitó responder
con datos puntuales la falta de gestión en el sector y lanzó
generalidades en sus redes sociales. Todo indica que intentó ser una
respuesta a las y los estudiantes de más de 15 escuelas porteñas que
decretaron un “faltazo” frente a la ola de calor. Rápidamente,
referentes educativos, legisladores y distintas personalidades salieron a
responderle a la funcionaria PRO.
“La ola de calor que atravesamos
en gran parte del país es totalmente extraordinaria y atípica. Aun así,
ningún ámbito laboral ni sector suspendió sus actividades en este
contexto. El Estado debe garantizar la educación de los chicos todos los
días”, arremetió Soledad Acuña en sus redes, intentando comparar a las
escuelas públicas sin ventiladores con oficinas, bancos, dependencias
gubernamentales y otros espacios laborales que cuentan con aires
acondicionados. “No se puede negar, sin embargo, que miles de chicos
encuentran mejores condiciones en la escuela que en sus propias casas, a
pesar de que los gremios que piden cerrar las escuelas por el calor
supongan que todos tienen aires acondicionados en sus hogares”, agregó
la mandataria, basándose en cifras del INDEC que no certifica si en la
mayoría de esos hogares hay carencia de ventilación eléctrica.
“Ministra,
la crisis de infraestructura escolar es su responsabilidad. El paro es
la respuesta a la mala situación en la que se estudia y trabaja. En
invierno, los estudiantes van con frazadas; en verano, se desmayan de
calor. Arreglen las escuelas. Basta de verso”, arremetió la legisladora
porteña mandato cumplido y actual secretaria adjunta del gremio docente
Ademys, Amanda Martin.
“Para garantizar las clases todos los días hay
que dejar de desinvertir sistemáticamente la Educación Pública. Son las
consecuencias de sus definiciones políticas. Para que se entienda mejor
le comparto la información”, sumó el diputado de CABA del Frente de
Todos Javier Andrade, con algunos datos del ajuste que sufrió el sector
entre el año 2015 y 2023 durante la gestión de Acuña al frente del
Ministerio.
No conforme con su posteo original, la ministra realizó
una seguidilla de tuits donde aseveró: “Desde el Ministerio seguimos
adelante desplegando todos los recursos que tenemos para mitigar esta
situación excepcional, desde la distribución de agua hasta la reparación
o reposición de los más de 25 mil ventiladores con los que contamos”.
Las respuestas a este párrafo incluían desde el término “mentirosa”,
pasando por diferentes descalificaciones de ineptitud, hasta datos
concretos que refutaban una vez más a la titular de educación de CABA.
“Presentamos
proyecto de emergencia para que el estado garantice que los chicxs no
se desmayen y se negaron a tratarlo. Dejen de hacer marketing electoral
poniendo en riesgo la salud de alumnxs y docentes”, le contestó
Alejandrina Barry, diputada del FIT, con la imagen del documento en
cuestión.
En el mismo sentido, su par de Nación Vanina Biasi
manifestó que “Acuña no fue capaz de proveer de agua fría a las
escuelas. Si no se trata de una persona insensible a la que el calor que
padecen los chicos no conmueve o se trata de una inútil para resolver
lo elemental. Como sea, un abultado salario malgastado”.
Las botellitas que nunca llegaron y ventiladores inexistentes
La
semana pasada, la ministra Acuña lanzó en sus redes que, ante la ola de
calor, iba a enviar 170 mil botellitas de agua a las escuelas porteñas.
En la mayoría de las escuelas esas botellitas jamás llegaron y los
pocos establecimientos educativos que fueron “beneficiados” por la
iniciativa, denunciaron que solo enviaron una botella de medio litro por
estudiante y una sola vez en la semana. Una realidad que es muy fácil
de confirmar, dado que esas 170 mil botellitas no iban a alcanzar para
una población estudiantil que llega a los 400 mil chicos y chicas que
asisten sólo a las escuelas públicas.
En sintonía con el reclamo de
la comunidad educativa que pedía agua fresca distribuida en dispensers,
el viernes de la semana pasada, Tiempo sacó a la luz una licitación
pública donde el GCBA, solicita a una empresa, que provea 5784 máquinas
de café y bebidas para las diferentes dependencias gubernamentales
porteñas. Esta licitación se terminó de redactar entre el miércoles y el
viernes de la misma semana, que la comunidad educativa reclamaba los
dispensers para las escuelas, confió a este medio una fuente de la
jefatura de gabinete porteña. Al ser consultada si era posible incluir
en esta misma solicitud dispensers para los establecimientos educativos
del distrito, manifestó que “solo puede ser incluido tras el pedido
formal del ministerio en cuestión”.