Consolidó así la alianza del partido conservador que fundó en 2009
(Valores para mi País) con Horacio Rodríguez Larreta, en el marco de un
intento del jefe de gobierno porteño de «pelearle» el voto de
ultraderecha a Patricia Bullrich y Milei que incluyó, por ejemplo, la
incorporación al gabinete también de Waldo Wolff. Pero ese Consejo, creado para evaluar y proponer políticas en la Ciudad
con el aporte de las distintas organizaciones comunitarias, ya exhibe
un claro perfil, en base a su nueva integración antiderechos y con una
fuerte presencia evangelista.
«Estoy en la gestión de la Ciudad pero
mi recorrido político y mi corazón están en la provincia de Buenos
Aires”, declaró a la prensa Hotton, que obtuvo el 1,5% de los votos en
las PASO del 2021. En septiembre había admitido acercamientos “con
espacios afines con nuestra forma de pensar”. Mantuvo conversaciones con
“parte del equipo de Javier Milei, lo mismo con gente del equipo de
Patricia Bullrich, tenemos que ver cuáles van a ser las propuestas para
salir de la crisis pero también de la grieta”. Al frente del Consejo, la
diversidad de pensamientos e ideologías no parecería condecirse con ese
deseo.
Los frutos del acuerdo político con Larreta la colocaron como
titular de un espacio de articulación y diseño de políticas públicas
para la ciudadanía porteña. En diálogo con Eduardo Feinmann, definió sus
ejes de gestión: «Tenemos cinco ejes. El tema de la discapacidad y la
inclusión con una mirada a la salida laboral. La adopción, el embarazo
vulnerable y primera niñez y el tema de las adicciones que es una gran
problemática dentro de los hogares». Su cargo en el Consejo Social,
según anunció el propio mandatario, le permitirá a Hotton “tener una
mayor interacción con ONGs, entidades religiosas, empresariales y
fundaciones”. Así la definió: «representa a un sector muy importante de
la sociedad que se identifica con la vida, la familia, la verdad y la
justicia».
El consejo consultivo de organizaciones de la sociedad
civil y del empresariado elegido por ella, será quien proponga al
Ejecutivo porteño determinadas políticas acorde a sus criterios. ¿Cuáles
son esas organizaciones y a qué se dedican? ¿Cuál es la agenda política
que refleja su participación?
Un Consejo antiderechos
Más de 45
organizaciones se unieron al Consejo consultivo de Hotton, según un
comunicado oficial. Entre ellas se destacan la Red de Acompañamiento a
la Mujer con Embarazo Vulnerable, representada por Susana Mobilia, que
se creó en 2019 en oposición a la Ley del Aborto Voluntario y que, entre
otros, promueve una línea telefónica gratuita que desinforma sobre los
abortos. En octubre informaron que desde su constitución ya habían
recibido 856 llamadas, 1088 casos surgidos por WhatsApp e incluso
asistieron a 24 mujeres del extranjero que se contactaron a partir de
las redes sociales.
Otra que figura es la Asociación Síndrome de Down
de la República Argentina, por medio de su presidenta Rosa Inés Scioti,
que durante el debate de la ley IVE difundió un comunicado en el que
afirmaba que “la eliminación de restricciones al aborto deriva en
prácticas eugenésicas en personas con Síndrome de Down”. Participa
también Marisa Kulanezynsky en representación del Frente Nacional
Provida y de la Comisión Federal Abogados Provida, quienes expusieron
ante el Senado en contra de la ley IVE. La abogada Gabriela Micucci
participa en representación del Observatorio Por la Vida y la Familia
“Juan Pablo II”, creado por el partido Democracia Cristiana de Buenos
Aires, que a todas luces se opuso a la ley del aborto.
Otra
participación resaltada es la de las organizaciones nucleadas en la
Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera) –férrea opositora a
la ley IVE, a la Educación Sexual Integral y a los derechos de la
comunidad LGBT– que tiene una representante directa: la pastora María
Teresa Celli. Además, son parte del Consejo Social el pastor Diego Celli
(esposo de María Teresa) por la Red Evangélica de Adicciones; Fernando
Rimoldi, por Semillas de Esperanza; la pastora Graciela Jiménez,
presidenta de la Asociación Mujeres por la Nación (red de asociaciones
sociales cristianas) y Noelia Ferreira de Abrazo del Cielo Argentina,
entidad que surge con la “misión de intervenir en la vida de bebés cuyos
padres han decidido abortarlos sin importar las razones”.
El
evangelismo, según datos del Conicet, creció de forma exponencial: en
2008 representaba un 9% de la población y en 2019 pasó a ser de un 15,3
por ciento. La creciente influencia de las iglesias evangélicas en la
vida política se vio reflejada en diciembre pasado cuando Alberto
Fernández recibió a representantes de Aciera en la Casa Rosada y
funcionarios de su cartera participaron de los festejos de los 40 años
de la entidad.
Una agenda «Pro vida»
“Tenemos claro que este
trabajo en equipo va a lograr que seamos agentes de cambio para
transformar juntos esas realidades que tanto nos preocupan y duelen.
Siempre nuestra mirada y compromiso es con la vida, la familia”, declaró
Hotton al asumir su cargo en la CABA. En conversación con Radio
Rivadavia, añadió que trabajarán con embarazos vulnerables y primera
niñez, adicciones, problemáticas de adultos mayores “no desde el
asistencialismo sino abrir espacios para que puedan trabajar desde el
voluntariado”.
Si bien durante 2021 había expresado que “si se
pudieran dar las condiciones de ver que hay mayoría, por supuesto que se
intentaría revertir la ley del aborto. Trabajaría muchísimo en ver qué
proyectos de ley pueden ser aprobados”, en nuevas declaraciones se
mostró cautelosa: “en nuestro espacio, por supuesto, siempre decimos que
estamos a favor de la vida en todas las instancias pero hay momentos
para dar los debates”. Y prosiguió: “hay un contexto, en este momento no
hay debates sino que hay una ley. Cuando se votó el aborto también se
votó la ley de contención para la mujer y la primera infancia y vamos
porque esa ley se implemente”.