Las PASO pampeanas serán la primera visita a las urnas de este año, en
un territorio donde el peronismo nunca perdió su control desde la
recuperación democrática. Para JxC significará un primer examen. Se
espera una interna segura entre el PRO y la UCR, pero en un momento
donde la Mesa Nacional de JxC busca disciplinar algunos distritos del
interior. Este miércoles los titulares de los cuatro partidos de la
coalición opositora tuvieron que reunirse de urgencia para dar una
respuesta a las internas y rupturas en distintas provincias. Acordaron
que los que rompan y no se midan dentro de las reglas internas de la
coalición «serán sancionados y no podrán utilizar las siglas de Juntos
por el Cambio en alianzas, colectoras o lemas». El acuerdo cosechó
turbulencias internas y surgieron versiones de un presunto malestar por
parte del alcalde Horacio Rodríguez Larreta contra Patricia Bullrich por
haber sellado un pacto que la beneficia a ella y a la UCR. En diálogo
con Tiempo, una de las autoridades partidarias, cercana a Bullrich,
confirmó que existieron las quejas. Fueron «desde el desconocimiento y
la propia interna que generó algunos cruces». Sin embargo buscó bajarle
el tono. «Muchas veces en los distritos tenemos miradas demasiado
locales y perdemos de vista el eje de lo nacional, y en JxC a nivel
nacional la prioridad es ganar las elecciones. Nada de lo que se acordó
está por fuera de lo que se acordó con Bullrich, Rodríguez Larreta,
Mauricio Macri y María Eugenia Vidal», remarcó el dirigente. El malestar
podría escalar la semana próxima con posibles impugnaciones contra
Bullrich al frente del partido amarillo por falta de ecuanimidad. Cerca
del alcalde recordaron que no fue una reunión de la Mesa Nacional sino
de los presidentes de los partidos. «No es el larretismo sino la gran
mayoría de los presidentes del PRO de cada provincia quienes están en
desacuerdo con las atribuciones que se tomó Bullrich», indicó la fuente.
«Viola el reglamento en primer lugar la UCR. No aceptó el mecanismo de
encuestas ni el de interna abierta que habia acordado la Mesa Nacional.
Por otra parte el PRO, en Neuquén, no abandonó la coalición y por eso no
es pasible perder el uso de la marca: de los cuatro partidos que
conforman JxC se fracturaron dos de cada lado. Lo razonable sería que
ninguno use la marca JxC», aseguraron en la sede de Parque Patricios. Y
advirtieron que «los presidentes de los partidos», que se reubnieron el
miercoles, «no tienen atribuciones delegadas por la Mesa Nacional.
Están avasallando las facultades de un distrito».
La decisión de este
miércoles sigue en pie. Fue un mensaje disciplinador destinado a dos
internas patagónicas que no pudieron ordenar, mientras se aprieta el
calendario y aparecen otros nubarrones más densos. Ese mapa de arena
será el menú principal de la próxima reunión de la Mesa Nacional,
prevista para el 6 de febrero. En Neuquén la coalición se rompió de
hecho porque un sector del radicalismo impulsa al diputado y empresario
frutícola, Pablo Cervi, que forma parte del sector Evolución Radical,
liderado por el senador porteño Martín Lousteau. El macrismo local no
está de acuerdo y pactó con el diputado nacional Rolando Figueroa, que
rompió con el Movimiento Popular Neuquino, pero fue vicegobernador de
Omar Gutiérrez entre 2015 y 2019. Llevará su candidatura por afuera y
cuenta con el respaldo del PRO de esa provincia, aunque también hay otro
cisma protagonizado por el empresario de medios Carlos Eguía que
impulsaba la candidatura de Macri pero ahora es el candidato local de
«La Libertad Avanza», la fuerza de ultraderecha que lidera el diputado
Javier Milei. También hay una controversia irresoluble en Río Negro: una
parte de la UCR acordó una colectora con el oficialismo provincial, que
impulsará el regreso del exgobernador Alberto Weretilneck, actual
senador nacional y un aliado clave para el Frente de Todos en la Cámara
Alta. En las dos provincias se vota el 16 de abril y los dos resultados
impactarán con más fuerza que la performance que tendrán en La Pampa
dentro de dos semanas. Se espera una interna entre el diputado macrista
Martín Maquieyra y su tocayo boiniblanco Martín Berhongaray, que
también integra la bancada de JxC en la Cámara Baja. El legislador
podría quedarse con la candidatura y repetir la interna de 2019, donde
el macrista Carlos MacAllister perdió con el radical Daniel Kroneberger.
El problema promete ramificarse a distritos más importantes, como
Mendoza, donde el radicalismo se estaría ordenando para que Alfredo
Cornejo busque volver a la gobernación y pelee por la sucesión de
Rodolfo Suárez. El macrista Omar De Marchi no está dispuesto a
convalidar la hegemonía radical en su provincia y amenazó con pelear la
conducción de la provincia, pero por afuera de JxC. Desde el año pasado
es uno de los armadores nacionales de la candidatura presidencial
Rodríguez Larreta. Empoderado con esa investidura, el mendocino no se ha
mostrado dispuesto a ceder. La mayor de las provincias cuyanas tiene
PASO el 11 de junio y generales el 24 de septiembre. En ese caso todavía
hay tiempo para evitar una ruptura a cielo abierto, pero no es la única
complicación en ciernes que tiene JxC. También aparecen incógnitas
sobre Córdoba. El senador Luis Juez está decidido a pelear por la
gobernación y se encamina a confrontar con el radical Rodrigo De Loredo,
que responde a Martín Lousteau. Ese tablero no está definido y sucede
en una provincia donde el gobernador Juan Schiaretti todavía no definió
fecha de realización de los comicios.
El código electoral cordobés
establece que «la elección del gobernador y vice debe realizarse, como
mínimo, con 60 días de anticipación a la fecha de finalización de
mandato y, como máximo, dentro de los 180 días de esa fecha». En medio
de los tironeos internos entre Juez y De Loredo y la especulación del
schiarettismo para elegir la fecha, este viernes JxC le exigió al
gobierno provincial que no adelante las elecciones y las convoque seis
meses antes de finalizar su función. El «gringo» Schiaretti termina su
tercer mandato el 10 de diciembre y JxC quiere que convoque a los
comicios ejecutivos para junio.
La elección de esa fecha será
gravitante para la contienda nacional. En Córdoba hay un antecedente
ineludible para el oficialismo y la oposición, que explica también la
interna feroz de JxC. En las presidenciales de 2019 Macri sumó la cifra
más alta de todo el país. Obtuvo el 61,30% de los votos y Alberto
Fernández el 29,27%.
En Tucumán también hay chispazos. Las elecciones
se concretarán el 14 de mayo y se desarrolla un duelo sordo con el
radical Roberto Sánchez, que trabaja para quedarse con la candidatura a
gobernador de JxC. No la tiene fácil. En frente tiene al intendente de
la capital, Germán Alfaro, que cuenta con el respaldo de Rodríguez
Larreta y si no hay acuerdo podría protagonizar otra fractura
provincial.