Las expresiones más significativas en esa dirección llegan desde las
intendencias que, a lo largo de toda la provincia, dan cuenta de la
territorialidad y la política de cercanía con la que el oficialismo
busca apuntalar su gestión y llegar “bien parado” a la contienda de
octubre. Uno de los que se expresó en esa dirección fue el intendente de
Tigre, Julio Zamora, para quien "es natural que el gobernador del
oficialismo sea nuestro candidato y sea el candidato a reelegir". En su
análisis, el tigrense asegura que la gestión de Kicillof "realmente ha
sobrellevado una situación de muchos problemas vinculados a la pandemia y
que recién tuvo este año de desarrollo"."Ha mostrado un ímpetu
increíble en materia de escuelas, empleo y turismo, además de un alto
grado de desarrollo en la salud durante todo este tiempo. Por todo eso,
se merece un apoyo de quienes acompañamos el espacio del Frente de
Todos", sostuvo en declaraciones a la radio AM 750.
El gesellino
Gustavo Barrera es otro de los que se sumó a los apoyos al considerar
que “no hay mejor candidato” que el actual mandatario para pelear desde
lo alto de la boleta oficialista en la elección de este 2023. "Está
haciendo un excelente trabajo en los 135 municipios, hay una
intervención de la Provincia, en obras, programas, en asistencia. En
nuestro espacio no hay mejor candidato posicionado para pelear la
Provincia que el gobernador”, aseguró el intendente que también destacó
el papel que Kicillof asume en el marco de la temporada de verano que ya
rompe records históricos en la costa bonaerense. Más allá de un
aceleramiento en las lecturas electorales producto de la necesidad de
definiciones propia del año electoral, ya desde finales del 2022, un
grupo de intendentes viene expresando su apoyo a una posible reelección
de la que ni siquiera el propio Kicillof quiere hablar. "Estamos
trabajando para que Axel continúe, no tengo dudas que tiene que ser
nuestro gobernador nuevamente", decía allá por noviembre el intendente
de Salto, Ricardo Alessandro. "Lo voy a bancar en la reelección del año
que viene", afirmaba Mario Secco, de Ensenada.
“Es el que más votos
va a aportar en la provincia de Buenos Aires, no hay ningún otro
compañero que aporte lo de él”, sostenía Jorge Ferraresi desde
Avellaneda. “Su gobierno ha sido muy positivo para nuestra provincia de
Buenos Aires y me gustaría que continúe siendo Gobernador en los
próximos años”, aportaba, desde Berazategui, Juan José Musi. El racconto
podría continuar hasta llegar al medio centenar de jefes y jefas
comunales que, en el armado frentetodista, aseguran alinearse con el
actual mandatario, si es que define jugar definitivamente para
mantenerse al frente de la Provincia cuatro años más. De hecho, la
cruzada por los fondos coparticipables que la Corte Suprema decidió
entregar a la Ciudad de Buenos Aires terminaron por fortalecer ese
alineamiento de los intendentes e intendentas que coincidieron con los
movimientos del gobernador y el Presidente de la Nación en torno a los
cuestionamientos al fallo y al pedido de Juicio Político a los
integrantes de la Corte. De hecho, más de la mitad de los jefes y jefas
locales de la provincia terminaron firmando un documento de apoyo a la
iniciativa que por estas horas debe debatir el Congreso nacional. Hay
135 municipios en la provincia, 71 intendentes e intendentas firmaron
esa solicitada.
La estrategia de la cercanía y el fortalecimiento de
los lazos internos también se viene dando con reuniones que incluso
tienen como protagonistas a los principales actores del armado nacional.
A finales del año pasado hubo un encuentro con Cristina Kirchner en La
Plata. A comienzos de este, hubo uno con Alberto Fernández en
Chapadmalal. Siempre con Kicillof y un grupo de intendentes. Siempre con
la gestión y el horizonte electoral sobre la mesa.