, pero primero se dedicará a las reuniones que tiene previstas con su
par anfitrión Alberto Fernández, quien comenzó 2023 tratando de
recuperar centralidad en el arranque del año electoral. Buscarán
relanzar la relación bilateral tras el giro que implica la salida del
ultraderechista Jair Bolsonaro del gobierno brasileño. Lula llegará
acompañado por una parte de su gabinete y también por una amplia
comitiva de empresarios. Hay un extenso capítulo económico de la visita.
En carpeta están las negociaciones para que el Banco Nacional de
Desarrollo (BANDES) de ese país financie la construcción del tramo del
gasoducto Néstor Kirchner entre la localidad bonaerense de Saliqueló y
el norte argentino, para ofertarle gas al gigante amazónico. También
está el contrapunto respecto al futuro del Mercosur, pero dentro de las
incógnitas sobre el rol que tendrá la administración de Lula con la
integración regional y qué papel le dará al acuerdo firmado con la Unión
Europea en 2018.
Desde el domingo a la noche y durante todo el
lunes, el Palacio San Martín se desdoblará. Una parte se enfocará en la
bilateral con Lula, que podría ser recibido en Senado por la
vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.