El documento que comprueba el intento de deslegitimar los comicios a
través de los cuales Lula volvió a la presidencia fue hallado durante un
allanamiento en la casa de Anderson Torres, quien fuera ministro de
Justicia del gobierno anterior.
El ex funcionario, que se encuentra
en Estados Unidos, admitió la existencia de ese papel y, para intentar
absolverse de culpa, dijo que tenía pensado “triturarlo en su momento”.
Qué decía el borrador golpista
El
borrador tiene tres páginas y fue encontrado en el armario de la casa
de Torres. Indicaba que “con vistas a restablecer el orden y la paz
institucional” se decretaba “el Estado de Defensa” y la intervención del
Tribunal Superior Electoral (TSE) de ese país.
Acusaba a los
miembros de ese tribunal de “abuso de poder y medidas
inconstitucionales” ocurridos “durante el proceso electoral”, y se
decretaba “la corrección” de esos comicios. Y para ello creaba una
“comisión de regularidad electoral” conformada por funcionarios y
legisladores bolsonaristas para organizar una nueva votación.
En
otros términos, el objetivo desestabilizador de Bolsonaro era concretar
un autogolpe que lo mantuviera un tiempo más en el poder, echar un nuevo
manto de sospechas sobre Lula Da Silva y generar las condiciones para
ganar en una nueva elección.
La vivienda de Torres fue allanada
porque el ex ministro está sospechado de tener vínculos con la revuelta
del domingo pasado en que grupos bolsonaristas tomaron las sedes de los
tres poderes, con asiento en Brasilia.
Qué dijo Torres en su defensa
Torres
estaba a cargo de la Secretaría de Seguridad de la capital brasileña
durante la revuelta que se produjo allí el domingo último, y las
sospechas indican que él pudo haber generado las condiciones para que
las fuerzas de seguridad no actuaran durante el inicio de esos hechos de
violencia.
El ex funcionario se halla en Estados Unidos, aunque ya
anticipó que a su regreso se pondrá a disposición de la Justicia porque
tiene "la conciencia tranquila", según señaló en Twitter.
“En mi casa
había una pila de documentos para desechar, donde muy probablemente se
encontró el material” que pretendía desestabilizar el orden democrático
en Brasil, explicó en la red social. “Todo eso –prosiguió- sería llevado
para ser triturado en su momento en el MJSP” (Ministerio de Justicia y
Seguridad Pública).
Luego sostuvo que “dicho documento fue tomado
cuando yo no estaba allí y se filtró fuera de contexto, lo que ayudó a
alimentar narrativas falaces en mi contra”. Y aseguró: “Tengo la
conciencia tranquila con respecto a mi papel como ministro”.
La reacción de los funcionarios de Lula
Al
conocer esa prueba, difundida por la prensa local, varios funcionarios
del gobierno de Lula sostuvieron que el documento brinda una certeza más
del “intento de golpe de Estado premeditado en detalle” por parte de
Bolsonaro.
El ministro de Relaciones Institucionales, Alexandre
Padilha, afirmó que está probado que el objetivo del texto era "fabricar
el caos para enterrar la democracia”. "El intento de golpe fue
premeditado y perfilado en detalle, pero no vamos a dejar que sus
perpetradores se salgan con la suya", afirmó.
Por su parte, el
titular del Ministerio de Justicia, Flávio Dino, destacó que el objetivo
que tenía el borrador de decreto "fracasó igual que el intento"
golpista del domingo pasado. Esto “enfatiza que lo que vimos aquí el 8
de enero no fue algo aislado. De hecho, fue un elemento de una cadena,
un eslabón de un movimiento golpista en Brasil y que hubo actos
preparatorios asombrosos como este decreto de intervención militar",
subrayó.