Ese dato, que incluso puede estar documentado en una fotografía, puede
ser una prueba de un eventual vínculo entre Macri y los sectores que
dieron sustento ideológico al fallido magnicida Fernando Sabbag Montiel y
su singular pareja, Brenda Uliarte. Pero también, y es una cuestión de
interpretación, puede ser una casualidad muy casual: Macri no visitó la
carpintería, sino un centro de jubilados que funcionaba en el mismo
galpón antes de que Morel instalara allí su fábrica de guillotinas para
manifestaciones en Plaza de Mayo.
La supuesta presencia de Macri en
el local donde funciona la carpintería, en la localidad bonaerense de
Boulogne, será informada en las próximas horas al juez Marcelo Martínez
de Giorgi, quien aceptó a la vicepresidenta en la causa en la que se
investiga a los principales referentes de Revolución Federal por el
delito de amenazas agravadas. Los abogados José Ubeira y Marcos
Aldazábal pedirán una serie de medidas de prueba para determinar si
existe algún vínculo entre la visita de Macri al centro de jubilados,
Revolución Federal y el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner.
Por lo pronto, reclamarán el registro de dominio del galpón para
determinar quién es el dueño, quién sostenía el centro de jubilados, si
existe un contrato de locación con Morel para la instalación de su
carpintería y cuál es la capacidad operativa y el giro comercial de ese
emprendimiento –menor que una Pyme- por el cual fluyeron entre 5,5 y
siete millones de pesos provenientes de una empresa familiar de la
familia del ex funcionario de Cambiemos Luis “Toto” Caputo. En su pedido
para ser tenida como querellante, CFK aludió a esa situación: «No hace
falta ser un avezado detective para ver que hay algo extraño en que
personas que, según sus dichos, aprendieron carpintería por Youtube,
reciban una suma millonaria contratados por una de las principales
constructoras y desarrolladoras del país, para hacer muebles para un
proyecto en la provincia de Neuquén, desde su supuesto emprendimiento en
Boulogne». La vicepresidenta citó, además, algunas de las consignas,
posteos y declaraciones públicas de los integrantes de Revolución
Federal: “perseguir políticos y periodistas que fueron cómplices de la
vuelta del kirchnerismo y hacerlos mierda», «Todos presos, muertos o
exiliados», «al kirchnerismo cárcel o bala», «Haga patria, persiga al
kirchnerismo». Los abogados de la vicepresidenta consideraron que “es
probable que el accionar del grupo no se limitara a amenazas,
instigaciones y preparación de delitos en abstracto, sino que haya
participado específicamente en el intento de asesinado” del que fue
víctima.