Apenas horas después de que Alemania revocara repentinamente su
prohibición de exportar armas letales a zonas en conflicto, al anunciar
importantes envíos a Ucrania, Scholz reveló que en 2022 se destinarán
100.000 millones de euros (casi 113.000 millones de dólares) a
inversiones en la Bundeswehr, sus fuerzas armadas. Pero, tamaña
inversión debe quedar debidamente refrendada en la Constitución alemana,
aclaró. La mayor economía de Europa también "en lo sucesivo, invertirá
más del 2% de su PIB en defensa", afirmó.
Este compromiso supera el
2% reclamado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN),
además de dejar atrás una política de reducción de inversiones que se
mantuvo desde la posguerra, una decisión de décadas que cosechó las
críticas del expresidente estadounidense Donald Trump a la excanciller
Angela Merkel por incumplir con los objetivos de inversión de la
alianza. Para Scholz, la decisión de Putin dejó bien claro que "Alemania
deberá invertir mucho más en la seguridad del país" ya que este
conflicto tendrá consecuencias “graves para Europa” aunque remarcó que
“no se puede construir una seguridad a largo plazo en Europa contra
Rusia". "El objetivo es desarrollar un ejército poderoso, avanzado y que
nos proteja de una manera fiable", añadió. Las críticas respecto a los
niveles de inversión no llegaron solo desde fuera de Alemania sino
también por ejemplo del propio comandante en jefe del ejército de
tierra, teniente general Alfons Mais, quien aseguró esta semana que la
Bundeswehr "se encuentra casi vacía" y que que por ende las
posibilidades de apoyo a la OTAN “son muy limitadas".
Tras la Guerra Fría, Alemania redujo sus tropas de 500.000 efectivos, durante la Reunificación, a unos 200.000 actualmente.
Pero con el anuncio de inversiones, Scholz intenta revertir ese estatus.
Además
está entregando a Ucrania 1.000 armas antitanque y 500 misiles
tierra-aire de tipo "Stinger", quebrando su autoprohibición de exportar
armas letales a zonas en conflicto.