Nuestro tiempo es ahora
Nuestro tiempo es ahora
Por Sergio Fernández Novoa*
La Argentina que algunos querían mostrar aislada del mundo, resultó ser todo lo contrario. “Hemos salido del default económico pero también del político”, resaltó Cristina Fernández de Kirchner que fue recibida en Italia con honores tanto por el presidente Giorgio Napolitano como por el premier Silvio Berlusconi. También se entrevistó con los presidentes de Chile y de Israel.
Ayer además selló la reconstitución de los puentes culturales en Venecia, convirtiendo a la Argentina en el primer país con un pabellón permanente en la Bienal de Venecia. “Es una distinción para la Argentina y un espacio ganado por la cultura argentina”.
Los históricos lazos con Italia, lazos de sangre vigentes desde los primeros “tanos” que llegaron a esta tierra para sumarse a los nativos y la engrandecieron junto con tantas otras corrientes migratorias, estaban rotos después de la caída en default que causó el neoliberalismo de la dictadura y su reedición en los 90.
Ese aislamiento del mundo fue revertido por la política de reconstrucción del país, por el desendeudamiento externo.
Un país que también se integra fuertemente en el concierto regional pese a que aquí también quieren mostrarnos enfrentados. Pero en la Unasur de hoy los gobiernos trazan líneas convergentes. Por eso el diálogo con Brasil permite superar los problemas que causa hoy el difícil panorama que el capitalismo salvaje genera en todo el mundo.
Mientras los países del Viejo Mundo discuten qué ajuste hay que tomar, mientras los indignados recuerdan allá las escenas del 2001 de por acá; la Argentina y Brasil analizan a nivel de ministros cómo restablecer los equilibrios comerciales sin dañar el empleo en uno y otro país.
La Argentina de hoy no admite más las metiras de la dictadura. Por eso revisa el traspaso de Papel Prensa por al fuerza para que los dos principales diarios del país sean dueños de la única fábrica del insumo que necesita su competencia.
Hablan del pluralismo y se hacen dueños de monopolio del papel. Hablan de la transparencia y sólo quieren dilatar el juicio por al verdad. La Justicia acaba de dictaminar que el Banco Nacional de Datos Genéticos debe hacer los análisis de ADN, con o sin consentimiento de los hijos de Ernestina Herrera de Noble, adoptados en un trámite tan irregular en 1976 que siembra sospechas de que puedan ser hijos de detenidos-desaparecidos.
Diez años lleva ya la causa y la siguen postergando, Por eso el jueves, mientras el tribunal daba su fallo, la pantalla de TN se dedicaba a enlodar a las Madres de Plaza de Mayo, sembrando sobre ellas las sospechas que se pretenden proyectar, por extensión sobre el Gobierno. Por eso el Secretario de Medios, Juan Manuel Abal Medina fue a llevarles ese abrazo que desde siempre el pueblo les dedicó.
Porque si en algo no hay que confundirse es que allí donde están las Madres, está la lucha por al verdad y la libertad.
Por eso es importante que podamos narrar lo que nos pasa, abordar el presente en nuestros idiomas, con el color de nuestros tonos diversos pero llenos de anhelos comunes. En ese sentido debemos subrayar lo ocurrido ayer en Caracas, Venezuela. La Unión Latinoamericana de Agencias de Noticias (ULAN) se hizo realidad y, por unanimidad, la Argentina presidirá la naciente entidad hasta mediados de 2012.
Las agencias públicas de Argentina, México, Brasil, Venezuela, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Cuba y Guatemala dieron un paso histórico para poner aunar sus contenidos periodísticos y, con ello, abrir la posibilidad para que millones de latinoamericanos puedan escribir su propia historia.
Se trata, como dijo Andrés Izarra, Ministro de Comunicación e Información de Venezuela de “darle voz a una región que muchas veces aparece invisibilizada, es que el cerco mediatico que la hegemonía privada nos tiende, minimiza y también demoniza los procesos populares que ocurren en nuestros países”.
Los medios hegemónicos suelen contar lo que sucede en Quito, Asunción, Caracas o Buenos Aires a partir del relato de las corporaciones trasnacionales, ignorando la labor periodística que se produce desde los medios públicos de nuestros países.
Un nuevo orden económico, político, social y cultural como el que se está construyendo en América Latina necesita también, de modo impostergable, un nuevo orden informativo y comunicacional. Allí dónde antes éramos espectadores pasivos de una realidad que padecíamos, ahora somos protagonistas de lo que queremos ser.
Ahora, desde la ULAN, recuperamos la posibilidad de contar nuestra propia historia. Nuestro tiempo es ahora. Con información veraz y honesta, comprometida con la construcción de sociedades justas e igualitarias, nuestros pueblos cuentan con una herramienta más en la lucha por su dignidad y por alcanzar, como supo escribir Rodolfo Walsh, “la alegría general que ha de llegar un día”.
*Presidente de la ULAN y el Consejo Mundial de Agencias de Noticias
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01/06/2011 (642)