Los comicios fueron observados de cerca por los países de la región, en
momentos en que la puja por el poder parece haberse reducido a dos
modelos antagónicos y sin matices (aunque así no lo fuese),
estableciendo un statu quo dominante en cada contienda electoral de los
últimos años.
Si bien el otrora líder estudiantil se mostró poco o
nada con presidentes y candidatos del extranjero que le han manifestado
su apoyo explícito, como Luiz Inácio Lula da Silva, por ejemplo, estos
resultados podrían ser otro eslabón de una tendencia de un giro al
centro-izquierda en América del Sur que de aire a un nuevo sentimiento
comunitario. Las cartas ya están sobre la mesa: el expresidente de
Brasil lidera la intención de voto de cara a los comicios de octubre de
2022. Igual que Gustavo Petro en a cinco meses de las presidenciales en
Colombia. Pero Boric, cabeza de la coalición Frente Amplio, rompe con
algunos preconceptos agitados desde la trinchera rival: más de una vez
en campaña ha tomado distancia de los Gobiernos de Venezuela y
Nicaragua, denunciando deficiencias democráticas. Los matices y las
grandes diferencias, sí existen.