La oposición pagó muy cara su falta de unidad -que, en caso de haber
superado, podía haberle acercado a la victoria en al menos tres estados
más-, además de un lustro llamando a la abstención, lo que ha sembrado
la semilla de la desconfianza en buena parte de la ciudadanía. También
les ha pesado duramente la falta de respuestas ante una sociedad que les
reclamaba resultados y que solo ha recibido promesas vacías. En la
capital ganó la exministra del Interior, Carmen Meléndez (PSUV), con el
58,93 % de los votos contados, por delante del opositor Antonio Ecarri
(Alianza Lápiz), que obtuvo el 15,54 % de los sufragios, mientras que en
tercera posición quedó el también antichavista Tomás Guanipa, que
compareció con las siglas de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).