En fuentes empresarias, a partir de ahora se da por descontado que la
poderosa firma santafesina empezó a transitar el camino que la
depositará en la convocatoria de acreedores en los próximos días.
En
los últimos días, los directivos de Vicentin intentaron disipar las
versiones que circulaban en torno al rechazo que había recibido de sus
acreedores a una propuesta de pago que formuló la semana anterior,
mediante un comunicado que hizo circular el miércoles. Allí explicaba
que seguían en curso las negociaciones con sus acreedores. "La propuesta
realizada a los acreedores comerciales ha cosechado un gran número de
adhesiones", afirmaba en un párrafo, que ampliaba más adelante
señalando: "Es la firme intención de Vicentín salir de los problemas
financieros actuales mediante un acuerdo con los acreedores en el menor
tiempo posible, cualquiera sea la figura jurídica aplicable". Un día
después, se desmoronaba este armado cuando Gagliardo presentó el pedido
de quiebra. La "figura jurídica aplicable" a la que aludía la nota de
Vicentin sería, en esta nueva circunstancia, la convocatoria de
acreedores.
La propuesta que Vicentin le presentó a sus acreedores
comerciales consistía en un pago inicial del 20 por ciento de la deuda
dolarizada y el resto, prorrateado a lo largo de ocho años. Como
respuesta, cayó un aluvión de medidas cautelares. Gagliardo SA decidió
ir más lejos. Entretanto, las negociaciones con los bancos acreedores,
en particular el Banco Nación --principal acreedor individual--, tampoco
lograba destrabar la situación. Esta semana, la entidad financiera
oficial rechazó una segunda oferta presentada por Vicentin, lo cual puso
en marcha la cuenta regresiva que obliga a las autoridades del BNA, si
no reciben una propuesta más atendible antes, a "ejecutar las garantías"
de la deuda. Es decir, judicializarla. Esto podría ocurrir entre lunes y
martes. Los cuatro bancos públicos locales acreedores de Vicentin
(además del Nación, están el Ciudad, el Provincia y el BICE) tienen
agendado un encuentro para este viernes en el que buscarán aunar
posiciones.
En cuanto a la faz productiva, las plantas cerealeras
de Vicentin siguen paralizadas. El acuerdo que la firma buscaba con sus
proveedores incluía la reanudación del abastecimiento de materias
primas, lo cual obviamente abortó cuando, en respuesta a la oferta de
pago, las empresas acreedoras judicializaron el reclamo.