Un informe de Fitch le mete más presión a la deuda de Arcor
LPO La calificadora advierte que las firmas de consumo masivo tendrán problemas de rentabilidad, liquidez y refinanciamiento de deuda.
La agencia calificadora de deuda Fitch publicó un duro informe sobre las finanzas de las principales firmas emisoras del país, donde anticipa un panorama muy complicado en relación a los márgenes de rentabilidad, los niveles de liquidez y de endeudamiento en sectores de Consumo Masivo y Alimentos y Bebidas, como Arcor.
Ya en 2018, este grupo de compañías había acaparado el 63% de las bajas
de calificación de Fitch, que afirmó que para 2019 mantiene sus
perspectivas negativas en relación a la deuda. A su vez, manifestó que
la situación financiera de las mismas es "débil" y que tienen un "alto
riesgo" respecto a los niveles de tasa de interés, actividad económica y
apertura comercial.
"Los emisores corporativos muestran una liquidez
ajustada en un momento de volatilidad en los mercados de capitales
local e internacional. La fuerte suba de las tasas de interés y del tipo
de cambio han tenido un gran impacto tanto en los montos emitidos como
en la cantidad de instrumentos colocados en el mercado local, lo que
podría derivar en un estrés de liquidez, especialmente en aquellas
compañías que presentan una elevada concentración de deuda en pesos en
el corto plazo y con altas necesidades de financiación de capital de
trabajo", enfatizó.
El mal momento de Arcor, símbolo del impacto de la crisis en la economía real
Justamente
esta es la situación de la multinacional que preside Luis Pagani, que
como reveló en exclusiva LPO, registró una pérdida de $6.200 millones de
pesos en sus balances y deberá afrontar necesidades financieras por 40
millones de dólares durante este año, es decir, más del 20% de su
patrimonio neto. A su vez, la firma tuvo que rescatar con $1.000
millones a La Campagnola, que presenta una crisis alarmante tras haber
multiplicado sus pérdidas por diez desde 2016.
"Se les está cerrando
el camino y si no se apuran van a estar en problemas. Tienen que buscar
refinanciar ya mismo, porque las condiciones serán cada vez más
difíciles y no habrá dinero suficiente para todos. Es como la tormenta
del viodeojuego Fortnite, se cierra rápido y tenes que escabullirte",
subrayó el analista de mercados Francisco Uriburu.
El análisis de la
calificadora surge a partir de sus perspectivas macroeconómicas para
este año, que indican que la recesión se potenciará en los sectores de
consumo interno, como en el de golosinas y galletitas, donde se está
observando una tremenda caída y un notorio traslado a segundas y
terceras marcas.
Pero lo más grave es que anticipa "condiciones
financieras volátiles" y un riesgo cambiario a partir de la
"incertidumbre electoral que podría derivar en cambios de portafolios".
Esto implica un grave problema para Pagani, que se vio perjudicado
especialmente por la devaluación del 2018, dada su alta proporción de
deuda en moneda extranjera.
El dueño de Arcor dice que no va a reestructurar su deuda, pese a las pérdidas multimillonarias
Su
empresa contrajo entre 2016 y 2017, unos 500 millones de dólares de
deuda con sus Obligaciones Negociables (ON) Clase 9, que la obligan a
desembolsar 30 millones de dólares al año hasta julio de 2023; luego
tomó un crédito bancario en 2017 por otros 50 millones de dólares. Le
esperan vencimientos muy exigentes en dólares y a tasas muy altas, dado
el riesgo país de la Argentina. En tanto, deberá cancelar 285 millones
de pesos de las ON Clase 10 el próximo 3 de mayo.
Por otro lado, una
de las novedades del informe es el cambio de perspectiva de energéticas,
las grandes ganadoras de la era Macri. Si bien las mismas mantienen su
fortaleza financiera, Fitch comienza a advertir las consecuencias de la
pelea en torno a los subsidios de Vaca Muerta y la posibilidad de que
surjan nuevos cambios en la reglas de juego. Es por eso que estima un
"alto riesgo regulatorio" de cara a futuro.
En cuanto al tradicional
análisis de las variables macroeconómicas, las mismas no presentaron un
cambio sustantivo. La calificadora mantiene su perspectiva de caída de
la actividad en el 1,5%, una inflación del 31%, un tipo de cambio a $49
para fin de año y una estabilidad en el déficit comercial.
No
obstante, por primera vez advierte que "la debilitada popularidad" de
Macri y "el mantenimiento del programa de austeridad acordado con el
FMI, podrían dificultar la continuidad de estas políticas desde 2020".
En consecuencia, eso ocasionaría un menor nivel de refinanciamiento y un
deterioro de la actividad mayor a lo previsto que podría dificultar la
convergencia fiscal primaria en 2019 comprometida con el FMI.