López Obrador asumió con la promesa de acabar con la corrupción y la impunidad
Peña Nieto finaliza su mandato con más del 70% de desaprobación, 125.000 homicidios y 21.602 desaparecidos
BAE Negocios
López Obrador recibe un país arrasado del que se habla poco
El izquierdista Andrés Manuel López Obrador asumió este sábado la presidencia de México con la promesa de "acabar con la corrupción y la impunidad que impidieron el renacimiento" del país en las últimas décadas. Recibió un país con cifras récord de asesinatos y desapariciones.
López Obrador, de 65 años, prestó juramento como nuevo jefe de Estado y recibió de manos del diputado Porfirio Muñoz Ledo la banda presidencial que le entregó el mandatario saliente, Enrique Peña Nieto.
La ceremonia se realizó a las 11.20 hora local (14.20 de Argentina),
unos 20 minutos más tarde de lo establecido, en la sede de la Cámara de
Diputados.
La toma de posesión ("toma de protesta" como dicen los
mexicanos) se realizó ante diputados y senadores en una sesión conjunta
del Congreso, dominado por el ahora gobernante partido Movimiento
Regeneración Nacional (Morena).
"Hoy comienza un cambio de régimen
político", tras 36 años de gobiernos neoliberales, dijo López Obrador en
su primer discurso como presidente al país.
El nuevo mandatario
dijo que "privatización ha sido sinónimo de corrupción" y señaló que "el
poder político y económico se han nutrido mutuamente y se ha implantado
como modus operandi el robo de los bienes del pueblo y de la nación".
Dijo que si le pidieron una primera frase de su gobierno, sería la siguiente: "Acabar con la corrupción y la impunidad".
"Esta nueva etapa la vamos a llevar a cabo sin perseguir a nadie, porque no apostamos al circo ni a la figuración", agregó.
El
presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto, finaliza su mandato
con más del 70% de desaprobación, tras escándalos como la desaparición
de los estudiantes de Ayotzinapa y la compra de la Casa Blanca, además
de la continuación de una lucha fallida contra el narcotráfico que ha
dejado miles de muertos.
Según datos oficiales, hubo durante su
gobierno un asesinato cada cuatro horas. Al menos 125.000 homicidios
fueron registrados hasta septiembre de 2018, entre ellos 47 periodistas,
y 21.602 desaparecidos, mientras que apenas 12 personas fueron
condenadas por el delito de desaparición forzada.
De todas maneras,
el presidente saliente se manifestó hoy "satisfecho" por el trabajo
realizado durante su sexenio de gobierno y dijo que "lo importante es
servir a México".