Luego relata que milita desde los 14 años, primero en el peronismo,
luego en ATE y CTA hasta que con la crisis de los 90, se arma la Tupac
Amaru, por la gran desocupación. Y agrega, "lo mismo que está pasando
ahora".
En cuanto a lo que pasa en Jujuy, señala que la provincia
está militarizada, donde amedrentan a los compañeros aunque no los
detengan como a ellos. Y afirma que el gobernador Morales le está
pagando las deudas que le debía a Blaquier (dueño del ingeniero Ledesma,
denunciado por participar en desapariciones durante la dictadura),
entregándole el ingenio La Esperanza y dejando 800 trabajadores en la
calle.
También se refiere a las causas que se inventan, las amenazas a las familias y los presos políticos, como ella.
Respecto
de las condiciones de detenciones que ella misma denunció públicamente,
y las notas periodísticas que salieron en el fin de semana con fotos de
su celda, comenta que ese no es su lugar de detención, que recién
después de que se hiciera público que no tenían agua caliente, lo
pusieron. Que el lugar es húmedo, los colchones y las frazadas son
finitas y existen en la cárcel celdas de castigo.
Finalmente Sala se
dirige a todas las organizaciones que la apoyan y pide que continúen la
lucha, que el país necesita, que hay que recuperar lo que se ganó en los
últimos 12 años militando y trabajando en cada lugar.