Entre esas tareas figuran la búsqueda, rescate, remolque y salvamento de
otras embarcaciones y submarinos hundidos; el control y patrullaje de
los espacios marítimos de interés para el país; y la posibilidad de
contener y mitigar incidentes ambientales.
Las cuatro unidades
son buques polares preparados para "desplazar escombros de hielo", por
lo que podrán navegar en la Antártida, dijo por su parte el suboficial
Cristian Monzón, quien está a cargo de la consola de máquinas y la
planta eléctrica de una de las naves.
"Estos buques pueden
asistir a plataformas marítimas y abastecerlas con combustible y agua
potable, pueden remolcar unidades en mar y en la Antártida, y asistir en
incendios, ya que su sistema hidráulico de monitores llega a los 25
metros de distancia", añadió.
"El viaje fue un desafío, nos llevó
32 días atravesar el Atlántico, y navegar el Mar del Norte fue difícil
por las tormentas, pero valió la pena", expresó.
Monzón también comentó que el trabajo conjunto con los navegantes rusos "al principio fue difícil por el idioma".
"En
este buque hay un solo traductor, nos manejamos con lo que sabemos de
inglés y por señas; además, el sistema de operación es muy diferente a
lo que estamos acostumbrados", añadió.
Para recibirlos en el
puerto de Buenos Aires estaba el ministro de Defensa, Agustín Rossi,
acompañado por el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas,
Luis María Carena, y el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza
Aérea, Mario Callejo, entre otras autoridades militares.
El almirante Gastón Erice, jefe del Estado Mayor General de la Armada, llegó a bordo de uno de los buques.
Durante
la ceremonia, Erice apuntó en su discurso que las naves recorrieron más
de 16.000 kilómetros desde Arcángel, Rusia, con una dotación aproximada
de 30 personas cada una.
"Tienen una autonomía de más de 40 días
navegando a 12 nudos de velocidad sin necesidad de reabastecimiento de
combustible", indicó Erice.
El Ministro expresó que con la
llegada de las unidades se concretaba un proyecto iniciado en diciembre
de 2014 para incorporar por primera vez en "muchos años" buques a la
Armada y poder "aumentar su capacidad operativa" reemplazando unidades
que tienen "alrededor de 70 años de trabajo".
Los Aviso, que
fueron adquiridos a través de un convenio firmado en diciembre de 2014
con una empresa estatal de la Federación Rusa, fueron fabricados entre
1986 y 1989 y están en "muy buen estado", coincidieron varios de los
tripulantes.
Las unidades -bautizadas ARA "Estrecho de San
Carlos", "Puerto Argentino", "Islas Malvinas" y "Bahía Agradable"-
brindarán mayor seguridad a la navegación con un costo operativo más
económico.
Rossi expresó que la incorporación "motiva y genera
expectativas" entre el personal de la Armada y su "espíritu de cuerpo,
que es lo más valioso que puede tener una fuerza".
Los
aproximadamente 120 tripulantes encargados de traer los Aviso llegaron a
Arcángel el 19 de julio pasado, permanecieron allí dos meses alistando
las unidades y recibieron entrenamiento por parte de los operadores
rusos, quienes también viajaron a Argentina para continuar con el
adiestramiento.
Dos de los cuatro buques serán destinados a la
base naval de Ushuaia, Tierra del Fuego, la más austral de la Armada
Argentina, desde donde se controla el sector argentino del canal Beagle,
y se mantiene y re abastece a las embarcaciones de la Campaña
Antártica, entre otras tareas.
Otro realizará tareas en la Base
Naval Puerto Belgrano, próxima a la ciudad de Bahía Blanca y el cuarto
se destinará a la base de Mar del Plata.
Estas naves tienen una
capacidad de 2.723 toneladas, una cubierta para transporte de material
de 414 metros cuadrados equipada con una grúa hidráulica, están
propulsados por dos motores diésel y maniobran a través de dos hélices
de paso variable en popa y una en proa.