"Nos hicimos cargo de la comisaría a mediados de enero. El 8 de marzo
nos reunimos con los vecinos y recibimos todas las demandas vinculadas
con una mayor presencia policial en la zona. Ahí mismo les planteamos la
idea de comenzar a utilizar Facebook y WhatsApp. Y el 14 de marzo ya
entraron en funcionamiento los primeros grupos", explicó el policía en
diálogo con Télam.
Los vecinos se quejaban de todo tipo de
delitos, en especial por los frecuentes hechos vandálicos cometidos por
menores, y algunos episodios graves que todavía se recuerdan, como el
doble homicidio de una pareja de ancianos perpetrado en 2011.
"Al
principio la idea de la comunicación les sonaba rara, pero después
tomaron la iniciativa y los grupos virtuales fueron creciendo y
diversificándose. El resultado fue que no sólo disminuyeron los delitos,
sino también los problemas de convivencia entre vecinos, como la música
alta o la ingesta abusiva de alcohol", evaluó Guerrero.
La
comisaría 5 maneja actualmente seis grupos de mensajería instantánea
referidos a seguridad, uno por cada barrio y de cien personas cada uno,
aunque el número creciente de participantes los obligará pronto a
sectorizar cada zona y crear nuevos grupos.
"La idea prendió
tanto que tuvimos que dividir los grupos de seguridad con los de
información, porque la gente necesitaba comunicar noticias y usaba el
foro para múltiples propósitos", contó el uniformado. Y también hay un
grupo abierto de Facebook donde se reciben denuncias y la policía carga
novedades sobre sucesos de interés.
Guerrero detalló que los
vecinos postean desde fotos con autos mal estacionados hasta personas en
actitud sospechosa o situaciones extrañas que merezcan ser
investigadas", y crearon además un grupo cerrado de Facebook por cada
barrio donde comparten información específica, muchas veces ajena a la
seguridad, como el estado de los servicios, cortes de luz o calles en
mal estado.
"El administrador de cada grupo de WhatsApp soy yo.
Para ingresar pedimos la fotocopia del documento con el domicilio
actualizado. Con ello verificamos que la persona no tenga antecedentes y
resida en el barrio", precisó el policía.
Pero como la idea es
evitar la burocracia, "la gente ni siquiera tiene que venir a la
comisaría: con el mismo celular sacan una foto al documento y la mandan
al grupo, hay un efectivo de guardia que recibe todas las
comunicaciones. Y yo desde mi propio celular controlo las respuestas que
se dan en cada caso", agregó.
Guerrero sostiene que una vez
iniciado el vínculo con los vecinos, las alternativas se van
multiplicando hasta abarcar aspectos más profundos.
Un ejemplo es
el grupo de WhatsApp "Todos por Chacra XIII", al que se incorporaron
legisladores, concejales y funcionarios del municipio y la provincia y
donde debaten problemáticas afines, entre ellas las maneras de articular
el trabajo de las instituciones ligadas a la seguridad, como las
comisarías de familias y los juzgados, o el rol de las iglesias y las
asociaciones sin fines de lucro.
La Jefatura de Policía de Tierra
del Fuego está "analizando" el caso de Río Grande y, según fuentes
gubernamentales, podría implementarlo también en otras jurisdicciones.
"La
clave es la intervención de los propios vecinos, ellos se convirtieron
en sus propios cuidadores; WhatsApp permite el ida y vuelta: nos piden
que verifiquemos un auto sospechoso y lo hacemos. Subimos la foto al
grupo y la gente contesta con emoticones de aplausos o aprobación. Todo
en pocos minutos", aseguró Guerrero, el comisario al que también llaman
"2.0".
"La gente está pegando calcomanías en las puertas de sus
casas con la inscripción "Vivienda cuidada por WhatsApp". Cuando me
enteré de eso dije: ésto está funcionando", dijo el comisario fueguino.