Sobre los encuentros ya mantenidos, Capitanich dijo en el transcurso de
su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada que “no hemos alcanzado
un consenso respecto al volumen total a exportar y a liquidar”.
Capitanich
recordó que en 2012 el flujo total de liquidaciones por exportaciones
de soja fue de 5.800 millones de dólares para el último trimestre; en
2013 fueron 4.600 millones y para este año la previsión inicial, sin
prefinanciación de exportaciones, sería de 4.200 millones.
“Hay
un stock acumulado de casi 25 millones de toneladas (de soja), la
tendencia del precio es declinante y el Estado dispone de instrumentos
para garantizar la liquidación del productos, a efecto de resguardar una
potencial pérdida para el productor”, dijo el Jefe de Gabinete.
Agregó
que “deberían generarse las condiciones para que en este trimestre
exista expansión en el volumen total liquidado, y un ingreso más
significativo de divisas”.
Capitanich dijo que se buscará con las
compañías cerealeras “verificar las metas de liquidación de
exportaciones, porque es marcadamente insuficiente”.
“Tenemos una
cosecha superior a las anteriores y la tendencia de precio es
sustancialmente inferior; por lo tanto no hay motivo para
especulaciones, porque el prejuicio es para el productor y para el
país”, de modo que “en defensa del interés propio deberían inducir a un
proceso de liquidación”, consideró el jefe de Gabinete.
Señaló
luego que, debido a la retención de granos por parte de los productores,
“muchos camiones han realizado menos fletes; los camioneros obtuvieron
menos ingresos; hubo menos actividad de la flota fluvial y el sistema
ferroviario y de los trabajadores de estiba de cargas; a la vez que se
restó un ingreso adicional de divisas para actividades económicas
conexas".
Capitanich resaltó luego contradicciones de la cadena
cerealera: “cuando existe absoluta liberación para liquidar un grano,
como la soja, que no requiere autorización previa, no se liquida; y
cuando se requiere un ROE (registro de operación de exportaciones) para
manejar stock y garantizar el abastecimiento a la demanda domestica, hay
reclamos permanentes”.
Así, dijo el Jefe de Gabinete, “cuando
tienen libertad para comercializar no lo hacen por actitud especulativa,
y cuando tienen que pedir autorización, reclaman porque el Estado
regula. Es decir, cuando el Estado no regula, no liquidan, y cuando el
Estado regula, reclaman, lo cual es un sinsentido”, concluyó.