El domingo pasado, Página/12 difundió dos audios impactantes en que
Casassa admitió que en la Provincia de Buenos Aires funcionaba una mesa
judicial, que se reunía en el Ministerio de Seguridad en La Plata, otras
veces en la misma sala del video de la Gestapo, en el Banco Provincia
en CABA, y en algunas oportunidades también en la Agencia Federal de
Inteligencia (AFI), frente a la Casa Rosada. La integraban -según se
consigna en los audios- la gobernadora María Eugenia Vidal, el ministro
Cristian Ritondo, el procurador Gerardo Conte Grand y el jefe de
Gabinete bonaerense, Federico Salvai.
El subcomisario no sólo habla
de la persecución a dirigentes sindicales, sino esencialmente a
políticos, ya que dirigió en forma personal los allanamientos a una
empresa de Daniel Scioli, al club de futsal, a la vivienda del exjefe de
Gabinete, Alberto Pérez, y a decenas de proveedores y cooperativas que
trabajaron con el gobierno bonaerense durante la gestión del ahora
embajador en Brasil. Casassa contó que la mesa judicial armaba la
información y luego terminaba "mágicamente" en manos de la diputada
Elisa Carrió, que era la encargada de hacer las denuncias.
El
testimonio de Casassa puede ser de máxima importancia porque habría
conocido de adentro los mecanismos con los que se armaron las causas. De
hecho, en uno de los audios decía lo siguiente: “Con respecto a cómo
viene Asuntos Internos, que es exactamente la oficina en la que, por
orden de Ritondo, buscaban toda la información para empapelar las
causas. Era el armado judicial, la mesa judicial que tenían con Vidal,
Salvai, Conte Grand -que era una locura que esté ahí- y Ritondo. Esa
oficina tenía acceso a los informes económicos Nosis, hablaba con la UIF
(Unidad de Información Financiera), pedía información de todos lados. Y
eran los que, con el fiscal de Avellaneda, lo destrozaron a Moyano, que
lo quisieron meter preso. Se juntaban en la SIDE, hay un par de
informaciones, chequeé, me tiraron. Una vez que tenían todo armado, le
pedían a la UIF que armen ese carpetazo, que armen esa información, y
después, mágicamente, aparecía en las manos de (Elisa) Carrió. Y Carrió
metía la causa o mandaba a alguno de sus secuaces a denunciar. Pero todo
lo que era Provincia, era el armado judicial de Vidal, Ritondo y su
gente. Es así”.
La Bicameral, encabezada por Moreau, la integran
algunos diputados y senadores muy conocidos como Eduardo Valdéz,
Cristian Ritondo, Rodolfo Tailhade, Gerardo Milman, Alfredo Cornejo y
Mariano Recalde. Por supuesto, hay oficialistas y opositores.
Según
los trascendidos, los legisladores también harán una inspección ocular
del salón en el que se realizó la ahora famosa reunión en la que se
añoró la Gestapo. Fue en el séptimo piso del viejo edificio del Banco
Provincia y allí se encontraron tres altísimos directores de la Agencia
Federal de Inteligencia con el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo
Villegas, otros funcionarios del gobierno de María Eugenia Vidal y
empresarios de la construcción de La Plata. El objetivo declarado de la
reunión fue planificar un freno a las obras en la capital bonaerense,
producir una reacción del sindicato encabezado por Juan Pablo Pata
Medina, filmar esa reacción y luego –según afirmaron los funcionarios-
“la cuestión judicial ya está arreglada” para detener al gremialista.