. Schiaretti también llamó a Miguel Lifschitz (con quien selló un
acuerdo en Córdoba) para invitarlo y que le transmita la invitación a
Roberto Lavagna, con quien tiene una relación tensa.
De todos modos,
la presencia del ex ministro no está garantizada. El cordobés le avisó a
su par santafesino que uno de los objetivos de la reunión será un
compromiso de que el candidato se definirá en las primarias si no hay
acuerdo. Fue una forma de hacerle saber que si no acepta ir a las PASO,
su presencia en la reunión no tendrá sentido.
El apuro en que el
peronismo federal empiece a tomar definiciones tiene que ver con algo
que Gustavo Bordet le planteó a Massa. El entrerriano dijo que si no hay
avances en las próximas semanas, algunos de sus pares empezarán a
cerrar con Cristina. Este viernes, el propio Bordet recibió en su
despacho a Agustín Rossi.
El siguiente paso de Schiaretti es convocar
a los gobernadores peronistas y aliados para terminar de "ordenar" el
espacio como le pedían los propios y también los ajenos. Esto es, los
radicales que buscan alternativas ante la caída de la imagen de Mauricio
Macri y la negativa del PRO a activar el "Plan V", ya que temen perder
contra Cristina Kirchner.