La información fue difundida por la agencia NEX, que depende de la
propia Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. La directora
del CONICET, Dora Barrancos, fue quien le confirmó a ese medio que "el
directorio trató los ingresos de este año y lamentablemente va a haber
un 60 por ciento menos de ingresos a la carrera que en el año 2015" en
concursos bianuales.
Según consigna NEX, los ingresantes a la
carrera de científico en el instituto serán de alrededor de 385, contra
los 943 que entraron en 2015. Barrancos precisó que el número puede
ascender a poco más de 400 "incluyendo a los investigadores que ingresan
desde el exterior". "Esta reducción es la consecuencia de la regresión
que significa una caída presupuestaria que supera el 30 por ciento, lo
veníamos diciendo desde que conocimos el proyecto de presupuesto que
elaboró el Poder Ejecutivo", añadió.
El presupuesto en Ciencia y
Tecnología sufrió un recorte para el año 2017. El ministerio que comanda
desde su creación Barañao tendrá 300 millones de pesos menos (de 3 mil a
2.700) para el año próximo, mientras que el CONICET tuvo un incremento
apenas a tono con la inflación actual.
En total, el área de
ciencia y tecnología tendrá 15 mil millones de pesos de presupuesto,
cuando debería estar en casi 17 mil millones para no tener un recorte
real.
Paradójicamente, es el propio ministro Barañao el que viola
su propio programa para el desarrollo de la Ciencia, con objetivos
hasta 2020. "Argentina Innovadora 2020" es una proyección de objetivos y
logros a conseguir en ese campo y se proponía, entre otros puntos,
lograr que haya 5 investigadores y becarios cada mil trabajadores en
2020. Según datos del INDEC, en los 31 conglomerados urbanos hay 11,4
millones de empleados, por lo que debería haber al menos 57 mil
científicos. En 2013, ese número llegaba a 16 mil en el CONICET. Entre
los últimos dos concursos se sumarían a esa cifra poco menos de 1.300.
En síntesis: si el sector privado no genera una explosión de inversión
en I+D que implique mayor empleabilidad de los científicos, el CONICET
debería triplicar su planta de investigadores.