En los cinco días inmediatos a eso, los billetes en manos del BCRA
bajaron U$S 399 millones. La siguiente semana contó con tres días
hábiles por los feriados de carnaval, y allí por ingresos y egresos el
saldo terminó con un leve rojo, de U$S 15 millones.
Entre el 15 y
el 19 de febrero, la autoridad monetaria volvió a sufrir una sangría,
de U$S 481 millones. La más pesada ocurrió la semana pasada, cuando las
reservas perforaron el piso de los U$S 29.000 millones hasta U$S 28.556
millones. En esos días cayeron U$S 620 millones.
Hasta el
miércoles, el Central perdió U$S 433 millones y aún le quedan dos ruedas
en las que la merma se puede profundizar o apaciguar.
Se acumuló
en todas estas jornadas un descenso de U$S 1.877 millones netos del
BCRA y sin apariencias de que la tendencia vaya a modificarse. Hoy los
activos cerraron en U$S 28.123 millones.
Las cerealeras son el
actor clave para la baja de reservas, y alza del tipo de cambio. La
oferta de divisas no alcanza para saciar a la demanda en el mercado
mayorista debido a la ausencia de las compañías sojeras, que mantienen
granos acopiados a días de que comience la nueva cosecha.