El Congreso se realizó en el estadio de Obras Sanitarias de la Ciudad,
donde participaron, según los organizadores, 662 congresales de un total
de 900, y además estuvieron delegados de San Luis y de La Pampa.
Los
delegados rechazaron la modificación de la Carta Orgánica, que
eliminaba el voto directo para la elección de autoridades, aunque
prometieron tratar el tema "en otra oportunidad", al tiempo que
ratificaron la fecha del 8 de mayo para las elecciones internas.
Entre
medio, existieron momentos de tensión a la hora de exponer las
diferentes propuestas y planteos, donde se pudieron distinguir con
claridad dos posiciones que dividen aguas puertas adentro del PJ: por un
lado, existieron discursos en pos de "garantizar la gobernabilidad" de
Mauricio Macri, y la "horizontalidad" dentro del peronismo, comandados
por el presidente del bloque de Senadores del Frente Para la Victoria,
Miguel Ángel Pichetto.
Mientras que, por por otro lado, otros que
ratificaron el "liderazgo absoluto de Cristina Kirchner", quienes
repartieron críticas al massismo y al macrismo por igual, donde se
destacaron Agustín Rossi, Guillermo Moreno y Héctor Recalde, entre
otros.
La postura de ambos bandos se vio al momento de debatir la
posición del PJ ante la derogación de la ye Cerrojo, con el objetivo de
habilitar un acuerdo con los fondos buitre. Mientras existieron
posiciones que clamaron por el "patria o buitres", como el intendente de
Avellaneda, Ferraresi, u Oscar Parrilli, Pichetto afirmó que "nadie
baja línea", rechazando esa propuesta.