Kicillof explicó que no se optó por un canje debido a “la enorme
volatilidad de los mercados internacionales”, donde la incertidumbre
provocó que los bonos de todos los países hayan perdido precio, incluso
los de la Argentina, aunque en menor medida.
“Para que haya un
canje por un bono existente tiene que haber igualdad de precios o
equivalencia entre el que vence y el futuro, y estos últimos están
rindiendo mal, ya que están sometidos a turbulencias y hubo fuga de
capitales de todos los países emergentes”, agregó.
Kicillof dijo
que “los inversionistas extranjeros ven lo que pasa en el mundo, tienen
una enorme incertidumbre y se mueven en manada”, con lo cual, “si hay un
mal día, los capitales se van a plazas tradicionales, como Londres o
Nueva York”.
Según el titular del Palacio de Hacienda, el pago
del Boden 2015 se hará “con completa regularidad, como se viene haciendo
desde 2005, cuando se hizo la primera entrada los bonistas que habían
quedado del default; se han pagado absolutamente a tiempo en la moneda
que corresponde todos los vencimientos”.
Kicillof rechazó las
“campañas mediáticas, de la oposición y de falsos expertos, que quieren
sembrar miedo y desánimo y dicen que no van a alcanzar los recursos”.
Sobre
el impacto del pago en las reservas monetarias, el ministro recordó que
el año pasado se había llegado a 25 mil millones de dólares y esa cifra
se elevó hasta 33 mil millones.
Esto es “mucho más de lo que
decían los pronósticos de los especialistas que están en el PRO y que
hablaban de 15 o 20 mil millones a fin de año”, en el marco de “campañas
que buscan no reconocer que la economía da señales de una reactivación
importante”, concluyó el ministro.