Gibaud, quien acusó al USB a nivel mundial casi en paralelo a la
denuncia presentada por Hervé Falciani contra el HSBC, estuvo reunida
con los legisladores argentinos por espacio de dos horas.
Pese
que el UBS no tiene una sucursal argentina en el país, Gibaud denunció
que dicha entidad tiene "una red de intermediarios no identificados con
el banco, que llegan al país de turistas, con teléfonos limpios, y
acuden a eventos y cenas para captar clientes argentinos", y que "existe
una oficina argentina en Ginebra" dedicada a estas labores espúreas.
Consultada
por Télam -que también estuvo presente en el encuentro junto con otros
medios argentinos- la ex directiva del USB dijo que la red de América
Latina incluía a alrededor de 30 personas, y que al frente de la oficina
argentina se encuentra una persona a la que identificó como Gabriel
Castello.
Gibaud, quien dejó el banco en el 2012, evitó precisar
la cantidad de cuentas que podrían estar contenidas en la información
que posee, aunque enfatizó que está dispuesta a compartirla con la
Argentina.
Según trascendidos, la cantidad de cuentas en el USB
sería de un numero similar al encontrado en el HSBC, estimado en más de
4.000 cuentas.
Gibaud sostuvo que esos 30 intermediarios
ayudarían a clientes y empresas off shore a fugar dinero de la Argentina
a través de mecanismos de compensación, que realizan entre empresas
fronteras adentro, sin necesidad de exportar dólares físicos, entre
otros mecanismos.
Asimismo, explicó que el UBS tenía un manual de
procedimiento para atraer clientes que poseen "entre 15 y 20 millones
de dólares y ayudarlos a evadir impuestos", y que se montó luego de la
crisis desatada en 2008 en Estados Unidos.
Agregó que uno de los mecanismos para fugar dinero del país es través de mecanismos de compensación entre empresas locales.
Durante
el encuentro, los legisladores que integran la Comisión Bicameral
llevaron adelante una ronda de preguntas a Gibaud, que quedaron
documentadas en un acta dispuesta a tal fin.
Al frente de la
delegación parlamentaria estuvo el titular de la Comisión, el diputado
Roberto Feletti (FPV); junto con los legisladores Carlos Heller (Nuevo
Encuentro), Luis Cigogna (FPV), Marcelo D´Alessandro (Frente Renovador);
y Graciela de la Rosa (FPV).
También estuvieron presentes en la
audiencia la embajadora argentina en Francia, María del Camen Squeff; la
titular del bloque de diputados por el Frente para la Victoria, Juliana
Di Tulio; el director de Relaciones Internacionales de la Cámara de
Diputados de la Nación, Horacio Lenz; y el secretario de la Comisión
Bicameral investigadora, Ariel Seguí, entre otros.
Tras el
encuentro mantenido hoy con Gibaud, mañana los legisladores se
encontrarán con Hervé Falciani, en la sede del Senado francés, para
avanzar en la denuncia formulada contra el HSBC.
La cuestión pasa
ahora por ver cómo la Argentina podrá hacer uso legal de esa
información, debido a que la mujer es de nacionalidad francesa, y el
intercambio legal de información se realiza entre gobiernos.
En
este sentido, Gibaud mantuvo una entevista a puertas cerradas con el
titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, y se mostró disponible a
brindarle al gobierno argentina la información que tiene en su poder, al
tiempo que solicitó que la Argentina en el G20 se muestre activa en el
tema, y pida protección para quienes, como ella, realizan las denuncias
de fraude de miles de millones de dólares.
Al respecto, durante
la audiencia mantenida en la Embajada argentina, Gibaud afirmó: "no soy
una arrepentida; soy una testigo que cuando advirtió la maniobra lo
denunció, y la única en el mundo que le ganó dos juicios a UBS, uno
penal y otros económico", tras asegurar que fue objeto de persecución y
acusaciones por difamación de parte de la entidad suiza.
En su
exposición, la mujer se quejó del Parlamento europeo, quien la llamó a
exponer y felicitó por su trabajo, pero no se puso en acción a pesar de
contar con nueva legislación al respecto.
La ex directiva del UBS negó que tenga hoy cualquier financiamiento, y afirmó que se encuentra desempleada.
También
fustigó que "los países centrales como Estados Unidos, que se ocuparon
de multar a los bancos, pero no de encarcelar a sus directivos", y llamó
a avanzar en ese sentido.
Por último, Gibaud recordó publicó
este año un libro contando su historia que lleva como título: "La mujer
que sabía demasiado: Detrás de las escenas de la evasión fiscal en
Suiza".