El actual titular de la SI, Oscar Parrilli, anunció el miércoles pasado
en una conferencia de prensa ofrecida en la Casa de Gobierno, que el ex
espía había sido citado para hoy ante ese organismo para explicar la
conducta "dilatoria e irregular" que tuvo en su colaboración con la
causa AMIA.
Parrilli señaló en esa oportunidad que en el año 2005
el fiscal Alberto Nisman y el entonces fiscal (Marcelo Martínez) Burgos
remitieron a Stiuso "entre 24 y 30 discos compactos con llamadas
internacionales entrantes y salientes de la Argentina realizadas entre
1991 y 1996 para efectuar un entrecruzamiento".
"El fiscal los
remitía a la Dirección de Asuntos Jurídicos y de ahí iban a Stiuso y
luego a un agujero negro", recordó Parrilli, tras lo cual comentó que el
ex director de Operaciones "respondía que continuaban las tareas", pero
que la labor asignada nunca se concluyó, en una actitud que calificó
como "dilatoria e irregular".
“Al momento de su jubilación,
Stiuso no hizo entrega de documentación alguna ni refirió sobre la
existencia de tareas en curso, pendientes de respuesta o de importancia y
urgencia en relación a la investigación", dijo Parrilli, y agregó que
tampoco "se han encontrado en las distintas áreas notas o documentos que
avalen estas tareas".
En tanto, el abogado de Stiuso sostuvo que el ex espía “se encuentra en el exterior".
"No tengo contacto con él y no tengo cómo ubicarlo", precisó.
Por
su parte, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró que Nisman y
Stiuso formaron parte de una “confabulación” para demostrar que
trabajaban “denodadamente”, pero "en realidad no lo hacían".
Para
Fernández, hubo "una suerte de cartón pintado" en la pesquisa, “nada
que tenga criterio y situaciones ordenadas de lo que tendría que haber
sido la investigación y con un presupuesto de 34 millones de pesos, con
40 empleados y un sistema de inteligencia a su disposición, entre otras
ventajas”.
Descartó que Nisman haya dejado “un archivo digital”
sobre la AMIA a su madre y a una hermana para que lo guarden, según lo
afirmó una versión periodística, a la que calificó como “una mentira
absurda".
Respecto de este presunto archivo, que no figura en el
expediente que llevó adelante Nisman hasta su muerte, Fernández dijo que
"esto no es un partido de truco, ni de tute" en el que se "guardan"
datos.
“Una denuncia está compuesta por dos partes: la acusación y
las pruebas, y no se pueden guardar pruebas para el mejor momento”,
consideró.
Calificó la tarea realizada por Nisman como “endeble y
ligada a un manejo discrecional e insensato de los fondos que se le
asignaron y que quieren que uno se calle la boca y escuche a un
periodista chiquitito que anda por ahí preocupado porque critico a
Nisman”.
Aseguró que lo iba a “seguir criticando por la
malversación sobre los fondos que se le asignaron para, nada menos, que
investigara el atentado a la AMIA”.
Para el funcionario nacional,
hay “algunos que creen que la muerte santifica, yo no. Yo no le deseo
mal a nadie, tengo la tranquilidad de no saber odiar, pero él (Nisman)
formaba parte de esta confabulación".
"¿Un fiscal de la Nación no
sabe que está firmando una nota que sabe que no existe y que no va a
llegar porque es partenaire de Stiuso?”, se preguntó el ministro
coordinador en su habitual rueda de prensa matutina en Casa de Gobierno.
“Hay
muchas cosas que están siendo investigadas en este momento y que
exhiben una desidia y una anomia absoluta en cualquiera de las acciones,
pero sobre todo a gastos que no se justifican", destacó.