Lagomarsino, que "tenía como 25 años", se presentó como fotógrafo y le
preguntó a Iglesias si podía "fotografiar a los familiares", por lo que
asistió a las reuniones de los padres de las víctimas de Cromañón. "A
partir de ahí se me pegó como estampilla", afirmó Iglesias.
"Venía
a mi estudio, participaba de reuniones, incluso me sacaba fotos cuando
hablaba por teléfono o con algún familiar; y así durante unos 15, 20
días, hasta que me preguntó si podía fotografiar las cosas de mi hijo",
relató.
"No sospeché nada y le dije que sí, y a eso de las ocho
de la noche vino a mi casa, le fui mostrando las cosas de mi hijo, con
todo lo que eso significaba, y luego se retiró", contó.
"Posteriormente
mi pareja, que es fotógrafa, me dijo que con la poca luz que había en
la habitación se necesitaba flash y él no lo usó, y nos cayó como una
ficha, una duda, y al día siguiente él desapareció", explicó.
Iglesias
relató que "seis o siete meses después" se lo cruzó en el centro: "A
unos 50 metros lo veo venir por la misma vereda, me decidí a abordarlo y
cuando me vio, cruzó corriendo la calle y desapareció; y nunca más lo
volví a ver".
Luego de que la fotografía de Lagomarsino
apareciera en los medios a raíz de la muerte del fiscal general Alberto
Nisman, Iglesias dijo sentirse "impactado" ya que no tuvo "dudas de que
era él" quien le había sacado las fotos años atrás.
"Ahí decidí llamar a la fiscalía, que es lo que hice el viernes pasado; y este lunes fui a prestar declaración", dijo.
Durante
la conferencia de prensa que brindó ayer Diego Lagomarsino con su
abogado Maximiliano Rusconi, al ser consultado por las declaraciones de
José Iglesias, el penalista -que se ocupó de responder las preguntas de
los periodistas- indicó: “Por lo que hablé con Diego esto es falso, el
nunca ha participado de ninguna” manifestación.
Sin embargo, señaló que “es cierto que tiene una maquina de fotos y le gusta la fotografía”.